Independientemente del método de enseñanza que nuestros hijos tendrán en la escuela, también tendrán tarea para hacer en casa. La forma cómo interactúan mientras están haciendo su tarea tiene un impacto enorme sobre cómo nos relacionamos con ellos. Aquí hay algunas sugerencias positivas que nos ayudarán a interactuar con ellos y sus deberes escolares.
El trabajo escolar suele corresponder a uno o más de estas tres categorías:
a) Velocidad,
b) Pulcritud y
c) Exactitud.
Para superar estas tres categorías existe una cuarta categoría que les ayudará a poner su mejor esfuerzo y esmero...
d) Glorificar a Dios
La velocidad, significa que el trabajo debe ser hecho con diligencia, constantemente y sin interrupciones.
La pulcritud es un regalo de cortesía que se le da a la persona que revisa el trabajo, para que pueda ser fácil de entender.
La exactitud muestra un alto sentido de la verdad y la integridad.
Glorificar a Dios, reconoce que Dios es digno de alabanza y honor en todo lo que hacemos. Es importante llevar a nuestros hijos a hacer las cosas con excelencia como hijos de Dios que son.
Estas cualidades debe enseñarse con delicada preocupación por el hecho de que cada niño es diferente. Un niño puede funcionar lentamente en comparación a otro, pero aún así está trabajando tan rápido como puede. Esta misma consideración debe ser aplicada a la pulcritud. Es de vital importancia para comprender los puntos fuertes de cada niño y sus limitaciones. La exactitud los lleva a completar las tareas con honestidad y no presentarlas con falta de información o sin finalizar. Debemos ser compasivas cuando ayudamos a nuestros hijos a aprender, lo importante es ser exacta y veraz. La gloria a Dios, reconoce que todo lo que hacemos en está vida es para la gloria y el honor de Dios, incluso el trabajo escolar.
El objetivo debe ser siempre aprender a trabajar con responsabilidad, no simplemente para evitar consecuencias negativas como perder acumulativos. En vez de regañar y exasperarnos, por su falta de responsabilidad o desempeño, ofrezcamos a nuestros hijos el aliento y el apoyo que necesitan. No debemos hacerles las tareas o trabajos por nuestra propia cuenta.
"En primer lugar, adquiere sabiduría sobre todas las cosas adquiere inteligencia. Honrala, y ella te enaltecerá; abrázala, y ella te honrará". Proverbios 4:7-8
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