lunes, 25 de julio de 2016

¿Qué hay de mal en eso?

 

¿Qué hay de malo en eso? Esta pregunta se ha convertido en el estándar para determinar si algo es correctamente aceptable. La práctica de usar la excelencia como punto de referencia para la evaluación de las actividades cotidianas se ha convertido en un arte perdido. Vivimos tan sobrecargadas de información, que a veces es tan difícil comprobar la veracidad si algo es verdad o mentira, si algo es correcto o inaceptable, si eso o aquello es agradable a Dios.

Examinadlo todo; retened lo bueno. 
1 Tesalonicenses 5:21

La Biblia nos llama a examinar todo lo que se nos presenta y a que retengamos lo bueno. Una mujer sabia, no saca conjeturas a la ligera ni toma decisiones basadas solo en su propia opinión. De uno de los pastores de nuestra Iglesia he aprendido a compartir solo aquellas cosas que son de sana doctrina, que están conforme a las Escrituras, que son de edificación para aquellos que lo van a ver.

Antes de ver o escuchar ciertos programas televisivos o darle "like" a algunos sitios en las redes sociales que desde su nombre hasta su contenido son ofensivos, debemos preguntarnos: ¿Qué hay de malo en eso? Las películas tanto para adultos como para niños, están bombardeandonos de manera agresiva con el feminismo o el lesbianismo; el hombre es personificado como un mediocre infeliz; las mujeres cada vez más son incluidas en personajes masculinos de héroes. ¿Qué hay de malo con eso? La mujer es invitada a no conformarse con lo que tiene en casa, sino empoderarse de todo aquello que desee.

La vida cristiana es mucho más que evitar cosas negativas. Se trata principalmente sobre la práctica de pensamientos y actividades que traen honor a Dios, cosas que mejoran nuestro testimonio. Nuestra atención debe centrarse en la búsqueda de la gloria de Dios en lugar de simplemente tratar de evitar lo negativo. Recuerda mientras miras algo indebido el Espíritu Santo que mora en ti, está acompañándote, ¿cómo crees que se siente en esos momentos?

Con mi esposo le hemos enseñado a nuestros hijos a no mirar dibujos animados solo porque sí o porque estén de moda. Nos sentamos a menudo con ellos y les decimos que cosas son incorrectas. Mi deseo es que aunque, su padre o yo, no estemos presentes ellos aprendan a discernir lo que es bueno y lo que es malo, lo que agrada a Dios y lo que no le agrada.

"Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de Él". Colosenses 3:17

Pablo dice que debemos hacer todo en el nombre del Señor Jesús. Jesús es el Señor, el gobernante, de nuestras vidas. Esto añade más peso a hacer las cosas con excelencia para Dios. La alegría, la felicidad, la diversión son cosas buenas, y que se ven reforzadas cuando lo hacemos en el nombre de Jesús.

martes, 12 de julio de 2016

¿Hasta dónde llega mi labor como ayuda idónea?



Conversaba el día de ayer con mi esposo, sobre aquellos matrimonios que han sido amigos nuestros y que ya no se encuentran en la carrera o se reúnen en otras iglesias. Le hice a mi esposo la siguiente pregunta, que había andado revoloteando en mi mente durante todo el día:


- Si algún día (Dios no lo permita) decides que nos vayamos de la Iglesia porque sientes que ya no te toman en cuenta, porque tienes malas actitudes, porque no te parece el liderazgo, porque no te gusta el rumbo que va tomando la Iglesia... ¿Hasta dónde llega mi labor como ayuda idónea en seguirte hacia otra iglesia o hacia el mundo o hacia dónde tú decidas?


Para mí sería algo muy duro, que él tomará la decisión de irse de la iglesia por razones equivocadas, porque durante mi niñez y parte de mi adolescencia sufrí el cambiarme una y otra vez de iglesia porque algo no les parecía a mis padres, y eso es algo que no me gustaría que mis hijos lo sufrieran.


La labor de una ayuda idónea ante una situación difícil, debe ser como la de Abigail (1 Samuel 25). Abigail, estaba casada con Nabal, quien era un hombre necio, avaro y perverso; él no quiso darles provisión ni alimento a David y sus hombres cuando huían de Saúl. David, quiso actuar violentamente contra Nabal ante tal negativa, pero los siervos de Nabal informaron de esto a Abigail, quien preparó cientos de alimentos y salió al encuentro de David, sin que Nabal lo supiera.


Abigail actuó como pacificadora, reconoció que Dios estaba con David y que pronto sería el rey sobre Israel, apeló a su misericordia e hizo que David entrara en razón. Abigail, nos enseña que es posible resolver las situaciones difíciles con compasión y gentileza.


Fíjate como Dios nos da a las casadas herramientas para poder cuidar el corazón de nuestros esposos:


Salvación para el esposo no creyente
1. "Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo, sino el Señor: Que la mujer no se separe del marido... Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone... Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido?" 1 Corintios 7:10,13 y 16


Sujeción y respeto a nuestros esposos como al Señor
2. "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor, porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador... la mujer respete a su marido". Efesios 5:22-23,33


Un esposo puede ganarse con una conducta casta y respetuosa
3. "Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa". 1 Pedro 3:1-2


El corazón de su marido está en ella confiado... Proverbios 31:11


Muchos hombres de la Biblia se perdieron por el corazón de una mala mujer. Dios desea que protejamos el corazón de nuestros esposos.


1. Orando y ayunando por su vida. Pidiéndole a Dios por áreas especificas del carácter del esposo.

2. Respetando su liderazgo dentro y fuera del hogar.

3. Evitando ser una gotera continua, lo cual incluye no caer en murmuración por las áreas débiles del esposo.

4. Admirándolo y elogiando su labor como esposo, padre, amigo, hermano en Cristo...

5. Buscar ayuda con personas maduras en momentos que no haya acuerdo mutuo.

6. Tener un mismo pensar y un mismo sentir en Cristo, no en la carne.

7. Amándolo. El amor cubre multitud de pecados, el amor no encubre (tapa o esconde) el pecado.


Entre las cosas que mi esposo reconoció, lo que nos ha ayudado a nosotros como matrimonio a estar juntos en la iglesia sirviendo al Señor, es el haber buscado ayuda, a veces juntos, a veces por separado. El abrir nuestras vidas y exponer nuestros problemas o situaciones ante nuestros pastores o hermanos maduros en la fe, es lo que ha fortalecido nuestro matrimonio y ha evitado que nuestros corazones se contaminen con "quiero irme de la iglesia".


Dios puso en el Huerto de Eden a Eva para que fuera una ayuda idónea para Adán, o sea que cuando una mujer cumple correctamente sus funciones, es una ayudante de Dios en cuidar el hombre que le ha dado por esposo. Por consiguiente, una buena ayuda idónea debe anteponer a Dios sobre su esposo, no es a la inversa como le sucedió al matrimonio de Ananías y Safira, ella perdió su vida por encubrir los pecados de su esposo.


Seamos matrimonios gran comisionistas como Priscila y Aquila, sirviendo al Señor juntos, haciendo crecer la obra, llevando el Evangelio a otros. Recuerda una buena ayuda idónea, es una ayudante de Dios aquí en la tierra para el hombre que le dio por esposo.



"Dios no busca mujeres felices para hacerlas ayudas idóneas para los hombres. Busca mujeres dispuestas a ser verdaderas ayudas idóneas para llenarlas de gozo".- Debbi Pearl

lunes, 11 de julio de 2016

La clase de mamá que quiero ser




La fórmula para la mamá perfecta no existe, todas y cada una, hemos aprendido de diferente forma a ser mamás. Hay diferentes tipos de mamís: Consentidoras, sobre protectoras, estrictas, descuidadas... pero ¿cómo es la madre que Dios desea que seamos?


Cuando pienso en la mamá que quiero llegar a ser, a mi mente viene la historia de Jocabed (Éxodo 2:1-10), una esclava hebrea que se valió de su ingenio para poder salvar a su hijo del edicto de Faraón y no sólo eso, pudo criarlo lo suficiente como para sembrar en el corazón de Moisés las raíces de pueblo y sus enseñanzas.


¿Qué harías si el gobierno te pidiera que abortarás a tu hijo porque podrías contraer una enfermedad que afectaría tu salud y podrías tener un niño deforme o con una condición física, como sucedió hace poco con la alerta mundial del Zika? ¿Lo abortarías si se convirtiera eso en una ley? Jocabed se enfrentó a algo parecido. Los niños menores de dos años debían morir, debían ser echados al río, sólo a las niñas se les podía conservar la vida.


"Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tes meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey". Hebreos 11:23


Jocabed, como pudo, escondió a su hijo durante tres meses, pero el llanto del bebe podía delatarlos. Hizo una cesta y la tiró al río con la esperanza que el bebe sobreviviera, mando a su hija mayor para que lo vigilara de largo. ¡Sus oraciones fueron escuchadas!, la hija de Faraón encontró al bebe y no sólo eso, le pidió a Jocabed que lo cuidará.


"... Lleva a este niño y criámelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió". Éxodo 2:9


Su hijo estaba a salvo y no solo eso, ella tendría la oportunidad de criarlo por algún tiempo. Ese tiempo fue suficiente para enseñarle a Moisés, sus raíces, su pueblo y sobre todo encaminarlo en el temor de Dios. El pequeño Moisés , crecería en el momento más esplendoroso que tuvo Egipto y no sólo eso, podría llegar a ser un Faraón.


"Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón". Hebreos 11:24-26


Pero, Dios tenía otros planes. Moisés sería, quien iba a ser el instrumento de Dios para liberar a su pueblo Israel. Todo comenzó con la valentía de Jocabed de no cumplir el edicto de Faraón, salvo a su hijo y lo crió para que el día de mañana, todo aquel esplendor de Egipto no cautivara el corazón de Moisés y se olvidara de su pueblo.


Mamás, Dios desea que protejamos a nuestros hijos del Egipto actual (el mundo), el cual tiene cada vez más esplendor y más oportunidades para que nuestros hijos divaguen y se pierdan en sus placeres. Dios desea, que seamos madres valientes como Jocabed, que los instruyamos en el temor y en el amor de Dios. Dios desea que tomemos a sus hijos y los criemos, no para nuestros propósitos, sino para glorificarle a El.


La instrucción constante, acompañada de amor y una buena dosis diaria de oraciones, harán que nuestros hijos echen raíces, lleven buen fruto y vivan para agradar a Dios. No seamos mamás egoístas o negligentes, nuestros hijos son prestados, Dios nos los ha encargado, criemoslo con sabiduría, hagamos lo correcto y demos lo mejor de nosotras para cumplir el mandato de Dios y no el de los hombres.