lunes, 19 de junio de 2017

El Romanticismo vrs. Actos de bondad




No soy una mujer romántica y mi esposo, tampoco es un hombre romántico. Creo que los únicos días que nos ponemos románticos, es para nuestros cumpleaños y para nuestro aniversario. Pero eso no significa que de vez en cuando no nos hagamos detalles.




El problema del romanticismo es cuando esperamos que nuestro cónyuge nos llene de atenciones y detalles, nos sorprenda con una cena romántica y rosas; y hay de ellos si olvidan la fecha en que nos hicimos novios, nos dimos el primer beso, la primera vez que salimos juntos, etc. Idealizamos que nuestro esposo sea como los personajes de las películas románticas de cine y hacemos a un lado lo que realmente, ellos hacen cada día por nosotras que podría traducirse como actos de bondad.


Por ejemplo, cuando mi esposo está de vacaciones (los cuales son dos largos meses y medio) o algunos fines de semana cuando no está sirviendo en la Iglesia, al levantarse y después de su tiempo devocional, me pregunta: "¿Qué quieres que haga hoy por ti? Créeme eso vale muchísimo para mi, más que ¿a dónde quieres salir? No es que no me guste salir al cine o a comer. El es un hombre hogareño, se que disfruta estar en casa y la mayor parte del tiempo durante el año, está sirviendo, estudiando, entrenando, dando clases...


Los actos de bondad se reflejan a través de si es un hombre que atiende las responsabilidades de su hogar, si es un padre amoroso e instruye en el temor del Señor a los niños, si ora y lleva a su familia a la obediencia de Cristo, si es un hombre diligente en cuidar la vida de su esposa para presentarla pura y sin mancha como lo menciona Efesios. Esto, es lo que ayuda a construir y fortalecer el matrimonio. El romanticismo, es parte de, pero no es lo que lo va a sostener.


No te frustes deseando tener un esposo romántico, mejor valora cada uno de los detalles que él tiene hacia ti, la forma como te cuida, como te habla, como te edifica, como instruye a tus hijos, como te expresa su amor, como es responsable con el hogar, como vela por el bienestar tuyo y de tus hijos, como busca a Dios, como sirve en la Iglesia, como ama a Dios.


A través de los años de matrimonio que tengo (casi 17), he aprendido y no ha sido nada fácil, que cuando mi esposo sirve a Dios y está apegado a Él, está más seguro en sus manos que en mis manos. Valora el amor que tu esposo muestra por ti, y que eso tenga más peso que los momentos románticos y cuando se den esos momentos, disfrútalos al máximo

martes, 13 de junio de 2017

El Juego de la Manipulación



Escrito por Shepher Press

Jesús entrega una sutil advertencia en el Sermón del Monte, sobre el peligro de la manipulación. Mira Lucas 6: 32-33:

“Porque si ustedes aman sólo a quienes los aman, ¿Qué mérito tienen? ¡Hasta los pecadores aman a quienes los aman! Y si ustedes tratan bien sólo a quienes los tratan bien a ustedes, ¿qué mérito tienen? ¡hasta los pecadores hacen lo mismo.”

Si haces el bien para conseguir algo bueno, estás involucrando la manipulación.

Por lo tanto, si la disciplina de los padres está diseñada principalmente para hacer que las cosas en casa vayan más tranquilamente, tú estás haciendo lo bueno para obtener algo bueno. El joven rico de Mateo 19, exteriormente había guardado los mandamientos porque vio el valor de ser bueno. Lo más probable es que sus padres estuvieran muy contentos con él por su comportamiento. Pero cuando Jesús, le pide que se desprenda de lo que tiene y lo de a los pobres, se entristeció porque tenía muchas posesiones, lo cual lo alejó de la vida eterna.

Si sus hijos le obedecen porque hacen que sus vidas sean mejor, se ha perdido el punto de  la obediencia. Este joven en Mateo fue bendecido en gran medida siguiendo las instrucciones de sus padres. Pero al final él sólo estaba haciendo lo bueno para obtener algo bueno. No juguemos el juego de la manipulación con nuestros hijos.

Sí, la vida de sus hijos es mejor si lo hacen lo que es correcto. Pero si una vida mejor es todo lo que deseamos de ellos, a continuación, sus hijos podrían hacer la misma elección desastrosa como el joven rico. Sí, una casa ordenada, razonablemente tranquila puede ser una gran cosa. Pero si este es el principal beneficio de la obediencia, también los pecadores viven para obtener eso.

Seguir a Dios es a menudo doloroso. La enseñanza de la obediencia bíblica es a menudo complicada y consume mucho tiempo. Seguir a Dios significa preocuparse más por la felicidad de un hermano, que el propio placer inmediato. Enseñar sólo los beneficios temporales de la obediencia es la manipulación: haces lo que es bueno para mí y haré lo que es bueno para ti.

Por ejemplo, se comparten los juguetes para mantener la paz y para asegurarse que todos tengan la misma cantidad de tiempo jugando con el juguete? O, ¿hay un verdadero espíritu de placer en ver a un hermano o hermana de ser capaz de divertirse, ya que es un verdadero servicio a Cristo?

¿Es malo ofrecer recompensas por hacer lo que es correcto? Por supuesto que no. Pero cuidado con el peligro de buscar únicamente la recompensa inmediata.

La manipulación es una trampa sutil que te conducirá a ti y tus hijos lejos de la gracia de Dios y el Evangelio. La manipulación produce un corazón que se aleja de Cristo, porque hay mucho que perder. Obedecer al Señor produce un corazón que se preocupa primero por Dios y sigue el modelo del sacrificio de Jesús.

lunes, 5 de junio de 2017

La real Mujer Maravilla



Las que alcanzamos ver la serie de televisión "La Mujer Maravilla" (Wonder Woman, 1975-1979), en algún momento de nuestra niñez, jugamos y deseamos ser como ella. Linda Carter protagonista de la serie, era todo lo que una mujer deseaba ser, bella y poderosa.

Precisamente, el creador del cómic que dio paso al personaje de la Mujer Maravilla el psicólogo William Moulton Marston (quien era polígamo y se inspiro en sus dos mujeres para dar vida al personaje), la creo como una heroína que representa la lucha por la justicia, el amor, la paz y la igualdad sexual. Por ello, se convirtió rápidamente en el icono de las feministas de la época, en un momento en que el mundo atravesaba por la Segunda Guerra Mundial.

En 2013 cuando reapareció el personaje de "La Mujer Maravilla" protagonizada por la israelí Gal Gadot. En los momentos en que la mujer ya no sólo desea su "libertad" que ha decir verdad, lo ha convertido en "libertinaje", sino que anhela y lucha por "El empoderamiento de la Mujer", o sea tomar el lugar que le corresponde al hombre y el cual ella cree que se ha ganado por derecho.

Pero...

¿Sabes, quién es la verdadera Mujer Maravilla?

La verdadera Mujer Maravilla, somos Tu y Yo.

Somos aquellas Cristianas que hemos decidido y tomado los poderes que Dios nos ha dado por medio de su Espíritu Santo. ¿Sabes cuáles son esos super poderes? 

Son la sumisión y el respeto.

¿No parecen unos super poderes tan "cool" como el "lazo de la verdad" de la Mujer Maravilla o las brazaletes que la protegen de las balas, verdad?

La Mujer Maravilla, no es nada sumisa, tiene la suficiente fuerza y astucia para poder vencer a cualquier hombre. La mujer piadosa que Dios desea que seamos, debe ser una mujer sumisa y sujeta a su esposo (si está casada) o a sus padres (si está soltera). Que viva bajo autoridad, que es el escudo de protección que Él nos ha dejado.

La Mujer Maravilla, no es esa Mujer Virtuosa que describe Proverbios; hogareña, esforzada, trabajadora, ama de casa, dedicada a su esposo e hijos. No es como la profetisa Debora que guió hacia la victoria al pueblo de Israel y no se robo la victoria que Dios les había dado. Ni tampoco es como Sara la esposa de Abraham, que es una de las dos mujeres que figura en la galería de la fe de Hebreos 11. Esa es la mujer que Dios tiene en alta estima y valora.

La cristiana que busca la voluntad de Dios para su vida, que de rodillas pide que Dios la transforme y la haga un instrumento para Su gloria, que deja que el fruto del Espíritu se desarrolle y fructifique en ella, que desborda la sabiduría de lo alto y edifica su hogar o la vida de otros... esa mujer, llega a tener más super poderes que la Mujer Maravilla.

Antes de admirar el icono de lo que representa la Mujer Maravilla, busquemos de corazón ser esa mujer de belleza incorruptible de un espíritu cariñoso y sereno que refleja la bondad de su Creador.