lunes, 30 de diciembre de 2013

Cuando el Futuro Parece Incierto




“…mas el justo por su fe vivirá”. Habacuc 2:4



Escrito por mi amiga Elizabeth Mejía


Meditaba en la crisis económica que estamos atravesando no solo en Honduras sino en todas partes del mundo. Y esto me llevó a pensar en José y su familia. Siempre que hay una crisis, de alguna manera se manifiesta el ingenio de Dios. Él siempre tiene un plan específico con el que nos salva de muchas cosas. Vemos como Dios preservo a la familia de José en Egipto en medio de la gran hambre y escasez que hubo. Aún en el tiempo de las vacas flacas Dios tuvo cuidado de sus hijos. Los sacó de la tierra donde estaban para que pudieran subsistir.


Jehová es fiel y cumple sus promesas. Y cuando analizamos el impacto que tuvo el que Dios permitiera que José fuera un gobernante en aquellos tiempos (pese a todas las cosas que tuvo que pasar antes de llegar al palacio) vemos el impacto que eso trajo no solo a su familia sino a las generaciones posteriores.


Sé que estamos viviendo tiempos difíciles, momentos en que muchas personas andan confundidas, depresivas, desalentadas, pensando que la solución es quitarse la vida o robar un banco. Pero amigo y hermano que no se turbe tu corazón. Si es cierto que muchas veces atravesamos momentos de pruebas difíciles ya sea en el área económica, física o de cualquier índole. Dios sigue teniendo control y cuidado. 


Las crisis pasan, después de la tormenta viene la calma. A través de estas cosas que muchas veces pasamos, se prueba nuestra fidelidad y perseverancia. Actualmente no he tenido un trabajo fijo,pero Dios me ha dado otros dones para trabajar y siempre he visto la mano poderosa de Dios obrando, rescatando, proveyendo en el momento justo. 


Confieso que no ha sido fácil, confiar absolutamente en Dios cuando nuestra lógica interviene es algo fuerte. Pero siempre recuerdo ese pasaje de la Biblia que dice que si el cuida de las aves y de los lirios del campo, cuánto más hará por cada uno de nosotros. En medio de la sequía que hubo, Elías pudo ver como Dios lo sustentó en el desierto. Cuando a la viuda le faltó el aceite, Dios operó un milagro y no escaseo.


Mientras tú mantengas tu fe en Dios y no cruces los brazos, ni te rindas ante las circunstancias, algo pasará. Tal vez surgirá una idea o una estrategia que provendrá de Dios para que puedas salir a flote. Dicen por ahí que “la necesidad es la madre de los inventos”. Quien sabe si en este momento de crisis que estés atravesando se te ocurra una fabulosa idea de la que puedan surgir muchas cosas buenas.


Me gusta pensar en Habacuc 3:17-19: 

“Aunque la higuera no florecerá, Ni en las vides habrá frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no darán mantenimiento. Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar”.

Es que esas palabras que exclama Habacuc son tan profundas, creo que son un canto de victoria aún en medio de la desesperación. Son palabras dichas con fe y que reflejan un amor que no se muda conforme a las circunstancias, sino que es constante. Así como Dios estuvo con Israel cuando atravesaba el desierto, así como les proveyó agua, alimento y aún sus ropas y calzado no se desgastó, Dios abrirá alguna ventana de bendición para tu vida y la de los tuyos.


No desmayes, Dios te sostiene, él se encarga de los suyos.

viernes, 27 de diciembre de 2013

In & Out de la Moda Actual



Sin duda alguna a todas las mujeres nos gusta lucir bonitas de acuerdo a cada temporada de nuestras vidas. Existen muchos factores que debemos tomar en consideración al momento de vestirnos. Veamos que hay de cierto en el dicho "De la moda lo que te acomoda"


John MacArthur lo expresó así, "¿Cómo una mujer puede discernir la línea a veces muy fina entre la vestimenta apropiada y vestirse para ser el centro de atención? La respuesta inicia en la intención del corazón. Una mujer debe examinar sus motivos y metas para su forma de vestir. ¿Es su intención de mostrar la gracia y la belleza de la feminidad?¿Es para revelar un corazón humilde dedicada a la adoración a Dios? ¿O, es llamar la atención sobre sí misma y hacer alarde de su belleza, o peor para intentar atraer a los hombres sexualmente? Una mujer que se centra en la adoración a Dios considerará cuidadosamente la forma en que se viste, porque su corazón dictará su vestuario y su apariencia ".

Esta es la opinión de algunos diseñadores de moda:


"Viste vulgar y sólo verán el vestido, viste elegante y verán la mujer".- Coco Chanel

"Las mujeres necias siguen la moda; las pretenciosas la exageran, pero las mujeres de buen gusto pactan con ella".- Gabrielle de Breteuil

"El espíritu es el secreto de toda belleza. No hay belleza que sea atractiva sin espíritu".- Christian Dior

"La moda como creación a muerto pero ha dejado un heredero, el culto al cuerpo".- Margarita Riviere

A partir de está máxima partiremos, "vestimos para rendirle culto a nuestro cuerpo y no a nuestro espiritu". I Corintios 3:16 dice:

"¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?"

Pablo y Pedro no eran old-fashionistas guiados por Dios, eran hombres con sabiduría divina preocupados por la forma como algunas hermanas de las iglesias de ese tiempo, estaban siendo mal influenciadas por la cultura en su forma de vestir y en la conducta hacia sus esposos.


En nuestros días es difícil que los cristianos o invitados de nuestras Iglesias estén a salvo de la distracción y tentación de ver a hermanas en Cristo vestidas de forma provocativa o sensual como si fueran a una fiesta mundana, cuando es el momento de adoración y meditación a Dios. Dios no dará por inocente su comportamiento, Isaías 3:16, 24 (NVI) dice:

"Las hijas de Sion son tan orgullosas que caminan con el cuello estirado, con los ojos seductores y pasitos cortos, haciendo sonar los adornos de sus pies... Habrá pestilencia en vez de perfume... vergüenza en vez de belleza"

Las mujeres que son de ojos altivos, que buscan seducir con sus atuendos, que coquetean discreta o abiertamente serán juzgadas. No es malo lucir ropa bonita, peinarnos diferente o ponernos accesorios para ir a la Iglesia, pero si lo haces para llamar la atención de los hombres o vanagloriarte ante otras mujeres haciendo que estos quiten su atención de Dios y te la presten a ti, si estas en problemas.


La verdadera belleza busca llamar la atención sobre Jesucristo, sobre todo en todo lo que hace, en todo lo que luce. La mujer que expresa esta belleza, sabe que lo que lleva es una expresión exacta de lo que está en su corazón.


¿Sabes quien fue el primer diseñador de ropa? Dios. Cuando Adán y Eva pecaron en el huerto del Edén, dice Génesis 3:21 que: "Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió". Aunque ellos habían pecado y se habían hecho delantales para cubrir su desnudez, Dios les hizo ropas adecuadas. ¡Qué gran enseñanza!


¿Quieres ser una mujer admirada por hombres y mujeres? Sigue los pasos de la Mujer Virtuosa de Proverbios 31. Ella si dejaba impactados a muchos. Era laboriosa, hacendosa, diligente, trabajadora, bondadosa, cuidadosa de su hogar, cuidadosa de su esposo e hijos... ¿Cuál era su vestidura?


"Ella se hace tapices; de lino y purpura es su vestido" Proverbios 31:22
"Fuerza y honor son su vestidura..." Proverbios 31:25


El lino y la purpura estaba destinados solo para la realeza porque eran telas muy preciadas y costosas. Ella no era una mujer andrajosa o mal vestida, tampoco se gastaba todo el dinero en ropa, si no que de sus ganancias se confeccionaba sus prendas. Ella reflejaba una feminidad elegante sin ser pretenciosa y con su andar temeroso daba gloria a Dios.


Desde el punto de vista bíblico la modestia y decoro junto con un espíritu suave y apacible siempre deben estar "IN" en la vida de toda cristiana. En cambio todo aquello que resalte la vanidad en nuestras vidas debe estar "OUT". Si no reflejo a Jesucristo, estoy reflejando cualquier cosa que pretendo ser.


Seamos mujeres que caminan en la verdadera belleza y gracia Divina, no habrá pasarela que no deslumbremos. Reflejemonos en la Palabra cada día y busquemos ser mujeres piadosas que dan gloria a Dios con su andar.


Photo by: Moda Internacional

lunes, 23 de diciembre de 2013

El Baby Shower de Jesús




La buena nueva llegó a María de parte del ángel le fue anunciado, en medio de la confusión de que sería madre sin haberla desposado. No dudo en cumplir el mandato y de ella Elisabet exclamó: “Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor”.

A José le fue revelado que debía permanecer a su lado, pues del Espíritu Santo había engendrado quien sería el Salvador tan esperado.

María sorprendida veía como su vientre crecía, mientras abrigaba en su corazón la promesa. No se creyó digna de haber sido elegida, al contrario fue una obediente sierva en cada momento de su vida.

Se promulgó un edicto, debían ir a empadronarse a su ciudad natal. Salió junto a su esposo rumbo a Belén para cumplir tal edicto. Por los polvorientos caminos, difíciles de transitar, sentada en un burrito, la trayectoria tuvo que aguantar.

La ciudad estaba llena personas que habían ido a empadronarse. Entre el cansancio por el difícil peregrinaje y su avanzado embarazo, se acercó la hora del alumbramiento para María y no había lugar para ellos en el mesón.

Lejos de su familia y amistades que la pudieran atender, en un humilde pesebre él bebe tuvo que nacer. No había quien festejase junto a los padres su llegada, no había quien le trajese un presente, tan solo a su alrededor habían animales y al niño tuvieron que envolver en pañales.

¿Acaso no era el Salvador quien nacería? ¿Acaso el niño no iba a ser proclamado rey? ¿Dónde está su reino con sus súbditos? ¿Dónde está su corona y su grey?

No lejos de allí en un campo, unos pastores cuidaban sus rebaños. Un ángel se presentó y la gloria del Señor los rodeó de resplandor. Atemorizados recibieron la noticia que en la ciudad de David había nacido el Salvador, que es Cristo el Señor.

Junto al ángel las huestes celestiales, alababan y decían: 

Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”.

Al irse los ángeles, los pastores dijeron: “Vayamos a Belén, veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha manifestado”. Vinieron, apresuradamente y hallaron a María, José y al niño en el pesebre acostado.

Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores decían. Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por las cosas que habían presenciado.

Pasados algunos días unos magos de oriente guiados por una estrella llegaron a Jerusalén para adorar al niño. Y al entrar en la casa, le vieron con su madre María, postrándose lo adoraron y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: Oro, incienso y mirra.

¿Tan sólo tres presentes para el niño que iba a ser rey? El niño Rey que debió nacer en un palacio real, que debió ser presentado con regocijo ante otros reinos... el niño Rey nació en un humilde pesebre, creció como tu o yo entre las injusticias de este mundo.


El niño Rey no vino a buscar riquezas y placeres, ni tampoco a ser alguien de renombre. El niño Rey se convertiría en un hombre y su vida ofrecería por amor a nosotros. ¡¿Qué?! El niño Rey vino a salvarme y en lugar de que yo le ofrezca un presente, el me ofrece el regalo de salvación y yo no sufra la eterna muerte.

martes, 17 de diciembre de 2013

La Navidad, El Contentamiento y Los Niños



Así que teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. 1 Timoteo 6:8


Mis hijos son unos niños muy nobles, es la cualidad que a mi esposo y a mi nos alegra el corazón. Hace algunos días mi hija de 10 años tenía el deseo de comprarle una cometa a su hermano de 8 años. Tenía dinero ahorrado y podía hacerlo, la cometa no costaba mucho pero valía casi todo lo que ella había ahorrado, así que la compró y se la obsequió, provocando en él una inmensa alegría.


Antes de que inicie la Navidad, con mi esposo los preparamos porque ellos sueñan con algún juguete de los que salen en los anuncios de televisión. Por lo general, les decimos que vamos a orar porque Dios es el que provee, y ya sea lo que ellos quieren, otro o ningún juguete, siempre estarán contentos y agradecidos con Dios. Y ha dado resultado, nunca los verás tristes por no haber recibido lo que querían.


La clave que hemos usado con mi esposo, es enseñarles que Dios es el que provee. Siempre que ellos desean algo, les decimos "ore, para que Dios provea". La vida da muchos vueltas y tiene muchos cambios, hay momentos de bonanza y hay momentos de austeridad. Imagina por un momento si tus hijos siempre están acostumbrados a recibir buenas cosas y llega un momento en que no puedes dárselas y quedan mal acostumbrados.


Recuerdo una etapa de mi niñez en que vivíamos con mis padres en una zona residencial muy exclusiva y mi papá tenía un negocio floreciente. Pero la mala administración lo llevó a perderlo todo, inclusive la casa. Y de vivir cómodamente nos fuimos a vivir a una zona rural donde había agua potable solo un par de días al mes.


Mi hermano mayor no podía asimilarlo, como el estaba adolescente se rebelo a nuestra realidad y prefirió enlistarse en las Fuerzas Armadas, se avergonzaba ante sus amigos que supieran donde vivía.


Fueron momentos muy duros y difíciles los que pasamos por muchos años, pero considero que en parte esa experiencia con mis padres me enseño a contentarme cualquiera sea mi situación. No ha sido fácil, pero me ha llenado de satisfacción y tranquilidad.


No criemos a nuestros hijos como si se merecieran todo, seamos sabias en su crianza, porque ellos algún momento recibirán los reveses de la vida y deben estar preparados para tener contentamiento y gratitud, si no se volverán amargados e inconformes hacia ti y hacia Dios.


Enséñales que hay más satisfacción en dar que en recibir, porque es lo que a Dios le agrada. Enséñales a ser dadivosos, a obsequiar de vez en cuando sus propios juguetes, eso les ayudará a no ser egoístas. Sé de ejemplo en gratitud y contentamiento.



Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4:19

lunes, 9 de diciembre de 2013

¡Qué Triste Navidad!






Muchas cosas "malas" pueden suceder durante el año que pueden llevarnos a pensar: ¿Cómo puedo pasar una Feliz Navidad cuando...

-- mi esposo me abandonó?
-- perdí mi empleo?
-- mi hijo o hija están enfermos?
-- hemos perdido un ser querido?
-- no tengo ninguna razón para celebrar?


Quiero decirte algo, mis navidades hubieran sido igual de tristes si no hubiera conocido a Jesucristo como mi Salvador, si no supiera que gracias a él hay vida eterna después de la muerte, si no hubiera encontrado en El refugio, consuelo, paz, gozo, amor, gracia, misericordia y todas las bondades que nos muestra cada día.


Jesús dijo:

..."En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo". Juan 12:33


Jesús no nos prometió que todo sería color de rosa en este mundo, todo lo contrario, dijo que encontraríamos aflicción; las pruebas, las adversidades, las enfermedades, las preocupaciones, la muerte... forman parte de esas aflicciones. Pero la confianza que tenemos en El nos ayuda a sobrellevar las penas.


Max Lucado escribió:  "No queremos admitirlo, pero el dolor es un hecho en la vida. ¿Cuando sientes dolor cómo lidias con el? ¿Dejas que el dolor conquiste tu espíritu, o lo miras fijamente, armado con "una terco regocijo"? Aun en el dolor Dios está cerca. El quiere asir la paz que desafía tu dolor. El quiere estar contigo, encarando tu dolor con Su alegría santa. Sólo El puede mostrarte la senda hacia una paz desafiante".


La Navidad es el tiempo perfecto, no es una festividad más la que estamos celebrando, no estamos conmemorando una fecha del calendario. Estamos recordando el amor de Dios por nosotros y la esperanza que nos trajo a través del nacimiento de Jesucristo.


La Navidad es el tiempo perfecto para recordarnos que El siendo Rey se humilló así mismo y se hizo hombre para vivir, sufrir y morir por amor a nosotros. El prometió antes de su muerte que nuestra tristeza se convertiría en gozo (Juan 16:20). El conoce tu dolor, El sabe por lo que estás pasando, El no ignora tu situación, El quiere que confíes porque El ya venció a este mundo.


La Navidad es el tiempo perfecto para compartir con otros el mensaje de Salvación, para compartir tu testimonio y de como El te dio propósito en la vida, para que otros encuentren consuelo a través de ti.


La Navidad es el tiempo perfecto para decir:


¡Gloria en las alturas,
Y en la tierra paz, buena voluntad
para con los hombres"

viernes, 6 de diciembre de 2013

Historia de la Refri Vacía


Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. Filipenses 4:19

Durante mi adolescencia atravesamos una situación económica crítica en el hogar de mis padres.  Había días, en los cuales no había nada que comer, pero la misericordia de Dios se manifestaba de alguna manera y nunca pasamos hambre.


Recuerdo que en una ocasión un “amigo” de mi papá se burlaba porque en la refri no había nada más que agua helada.  Fueron años muy difíciles y muchos otros años pasaron para poder ver mucho más que eso en la mentada refri.


Hoy, que tengo mi propio hogar, mi refri luce casi igual a la de mis padres “vacía como un coco” con sólo agua por adentro. Pero sabes algo, la provisión del Señor nunca nos ha faltado y confiados podemos decir: “Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron  sus misericordias. Nuevas son cada mañana, grande es su fidelidad.  Lamentaciones 3:22-23.


Hay algo peor que una refri vacía, y es un corazón vacío, sin esperanza en el Señor Dios Todopoderoso. El no aflige para siempre. Se compadece de nosotros según sus misericordias. ¿Recuerdas cuando Dios hizo llover pan del cielo (el maná) para el pueblo de Israel que se encontraba en el desierto?  Cuarenta años comieron mana (Éxodo 16:35) hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán, donde había abundancia.


Jesús dijo: “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, que habéis de vestir.  ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?” Mateo 6:25


Durante el año vendemos desayunos y otras golosinas en el trabajo de mi esposo, en una escuela, y nos deja una considerable ganancia para cubrir algunos gastos de la casa. Cuando terminaba el período escolar y no teníamos ese ingreso, empezaba a ponerme ansiosa, y buscaba cuanto verso había sobre la ansiedad, sobre que Dios iba a suplir lo que nos faltará; pero no lograba tranquilizarme.


¿Sabes por qué? Porque estaba confiando más en lo que yo hacía y no en lo que Dios podía hacer. Cuando pensamos de esta forma, le estamos diciendo a Dios “tus promesas son bonitas, pero no me alimentan”.


Probablemente lo que Dios te proveyó hoy no te gustó. En mi caso cuando vivía con mis padres la mayoría de los días eran sopas instantáneas con algún vegetal. Hasta el día de hoy no me agrada el sabor de las sopas instantáneas, como cuando el pueblo de Israel en su ingratitud aborreció el maná. Dios siempre suple, pero a veces nos tocará aprender a ser agradecidas aunque no nos guste lo que proveyó.


La provisión de Dios no es una refri llena de alimentos y carnes producto de tu esfuerzo y trabajo. La verdadera provisión es aquella que Dios te da diariamente para el sustento de tu espíritu y cuerpo, producto de un corazón agradecido. Mateo 6:33 dice: Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Muchas veces, queremos gozar de sus riquezas y hasta le demandamos que nos las dé, sin ni siquiera haber comenzado por lo básico que es buscarlo.



¿Recuerdas que la gratitud produce gozo? Tu gozo puede contagiar la vida de los que te rodean. Te diré como funciona, probablemente uno de tus hijos quiere de desayuno el cereal que vio en el anuncio de la televisión, pero quizás lo que Dios proveyó fue avena. Mi esposo lo que hace mientras tomamos nuestros alimentos, es degustar y saborear la comida, mientras dice: ¡uhmm que rico sabe lo que Dios proveyó hoy!, ¡qué delicioso lo que mamá preparo!, esto ayuda a que los niños no empiecen a murmurar y todos terminamos saciados y felices.


Te diré una verdad: Aunque falten los alimentos, que nunca te haga falta meditar en la Palabra de Dios. Porque es peor la debilidad de espíritu por falta de la Palabra, que la debilidad del cuerpo por falta de alimentos.