viernes, 23 de enero de 2015

Feminista o Femenina


Eva la feminista

“El feminismo comenzó en el Huerto del Edén cuando Eva, a la que podríamos llamar la primera feminista, prestó atención a las mentiras de Satanás, se desplazó debajo de la autoridad de Adán, actuó independientemente y condujo a toda la raza humana al pecado.

Eva pecó no solo por desobedecer el mandamiento específico de Dios, sino también por actuar independientemente de su marido al no consultarle acerca de la tentación de la serpiente.

La maldición sobre Eva fue que el deseo de la mujer sería en adelante usurpar el liderazgo del hombre, pero él resistiría ese deseo y la conquistaría a través de medios despiadados.

Con la caída y su maldición vino la distorsión de la sumisión correcta de la mujer y de la adecuada autoridad del hombre… Las mujeres tienen una inclinación pecaminosa a usurpar la autoridad del hombre y el hombre tiene una inclinación pecaminosa de poner la mujer bajo sus pies.

Cuando Eva abandonó la protección del liderazgo de Adán e intentó tratar independientemente con el enemigo, fue engañada… Cuando la mujer abandona el refugio de su protector se expone a una cierta cantidad de vulnerabilidad.

La caída no solamente fue el resultado directo de la desobediencia del mandamiento de Dios, sino también, de la violación de la función de los sexos divinamente establecida… Ninguna hija de Eva debe seguir sus pasos y entrar en el territorio prohibido de predominio determinado de los hombres”.- John MacArthur (Distintos por Diseño)

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Muchas podríamos juzgar a Eva, pero ¿qué habríamos hecho nosotras en su lugar?

-          ¿Alguna vez has desafiado la autoridad de tu esposo y por consiguiente la autoridad de Dios? Yo, varias veces.
-          ¿Alguna vez has actuado independientemente de tu esposo, y te has metido en problemas? Yo, varias veces.
-          ¿Alguna vez has inducido a tu esposo al pecado? Yo, varias veces.
-          ¿Alguna vez has abandonado el refugio y protección te tu esposo? Yo, varias veces.

Vez no somos diferentes a Eva, somos iguales a ella, pero no debemos seguir sus pasos tratando vanamente de usurpar autoridad, demandar derechos, pedir igualdad de género y otras tantas luchas que las feministas proclaman.

Sara la femenina

Dios no nos llamó a ser feministas. El feminismo es diabólico, porque crea rivalidad entre el hombre y la mujer. 1 Pedro 3:1-7, describe una valiosa verdad acerca de la feminidad que le agrada a Dios:

-         -  Una conducta casta y respetuosa
-          - Un espíritu afable y apacible
-          - Las mujeres santas esperan en Dios, estando sujetas a sus maridos
-         - Somos llamadas hijas de Sara (quien aparece en la galería de la fe de Hebreos 11), cuando hacemos el bien sin temor a ninguna amenaza y aguardamos en sumisión.

La raíz más profunda de la feminidad de una mujer cristiana es la confianza en Dios”.— John Piper.

Sara fue una mujer que se antepuso a la autoridad de su esposo cuando le ofreció a su esclava para que le diera un hijo. Desafío la autoridad de Dios y dudo de sus promesas. Pero el tiempo le enseñaría el grave error que había cometido, eso le ayudó a confiar y esperar el tiempo de Dios y confió contra esperanza.

Probablemente, pensemos que el Apóstol Pablo y Pedro, al igual que John MacArthur y John Piper son unos machistas que no le dan oportunidad a la mujer para que desarrolle sus potenciales. Pero la verdad, es que Dios si desea que nos desarrollemos bíblicamente:

Las casadas; edificando nuestro hogar, siendo sujetas a nuestros esposos, criando en amor y obediencia a nuestros hijos, siendo de ejemplo y testimonio a otras mujeres cuyos hogares están destruidos por haber invertido los papeles.

Las solteras; no cedan a las presiones del mundo, una carrera, un empleo bien remunerado no las llenará de satisfacción nunca. Tengan cuidado de las cosas del Señor, para que se mantengan santas en cuerpo y espíritu (1 Corintios 7:34). Aprendan a esperar en Dios de acuerdo a su voluntad al hombre indicado.


Cuando la mujer ya sea casada o soltera busca agradar a Dios y honrarlo con su vida,  vive con gozo el feminismo bíblico que lo glorifica.

lunes, 19 de enero de 2015

La Esposa Excelente



El Rey Lemuel escribe: “Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas” (Proverbios 31) El vocablo traducido “virtuosa” en el texto hebreo significa “fuerza” o “fortaleza”. Aquí se refiere a la esposa como una mujer de fortaleza: fuerte espiritual, moral, mental y físicamente. Esta mujer marca una diferencia en la sociedad. Es una mujer que no tiene precio: “Su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas”. Eso significa que vale más que los tesoros terrenales.

De aquí tomamos seis cualidades específicas que caracterizan a la esposa excelente:

Su carácter como esposa
“El corazón de su marido está en ella confiado” (v. 11)

Este esposo ve a su esposa como confiable, algo que le permite trabajar lejos de casa, confiado en su fidelidad, integridad, discreción y cuidado de todos sus intereses… Como resultado, el marido “no carecerá de ganancias” (v.11) debido a su cuidadosa mayordomía.

Del lado personal, “le da ella bien y no mal todos los días de su vida” (v.12). Con los mejores intereses de su marido como prioridad, hace todo lo que puede para fortalecerlo y animarlo. Su dinero, posesiones y recursos están con ella. Nunca habla mal de él ni difama su carácter ni en público ni en la privacidad de su familia. Y ese es su comportamiento “todos los días de su vida”. Su amor por él y la devoción por el hogar no fluctuán con las cambiantes circunstancias de la vida. La pureza y el poder de su devoción nunca cambian.

El esposo cosecha los beneficios de esa fidelidad: “Su marido es conocido en las puertas, cuando se sienta con los ancianos de la tierra” (v.23). eso significa que es estimado y respetado por sus conciudadanos, en parte porque ella ha creado un mundo para él en el que puede ser todo lo que Dios quiere que él sea. Ese es el por qué ella ama servirle.

Su devoción como ama de casa
“Busca lana y lino, y con voluntad trabaja con sus manos” (v.13)

Una de sus primeras prioridades es vestir a su familia. Buscar lana y lino, en vez de simplemente usar, significa que se entrega a la búsqueda de productos de calidad. La lana se usaba para hacer ropas para las épocas frías del año. El lino es más liviano, y, por lo tanto, más apropiado para la ropa de las épocas cálidas. Para ella, hacer ropa para su esposo y sus hijos era un gozo.

Es como nave de mercader; trae su pan de lejos”. Viajes continuos al mercado local es busca de los mejores precios, no era su práctica. Viajaba distancias para conseguir la mejor comida al mejor precio. No hacía sus compras apresuradamente… Eso requería un buen plan y una buena administración.

Se levanta aun de noche y da comida a su familia y ración a sus criadas”. Esta esposa trabajadora no solo comenzaba su propio trabajo a una hora tan temprana, sino que, además, repartía las diferentes tareas a sus criadas que servían en la casa. Así demostraba su liderazgo.

La ama de casa tiene que combinar elementos de una economista, supervisora y administradora de negocios para analizar los productos disponibles, ejercer sabiduría e intuición para hacer compras inteligentes y asignar las tareas a los empleados de su casa. Al mismo tiempo tiene que cumplir sus responsabilidades de esposa para su marido y proporcionar cuidado cariñoso y tierno para todos sus hijos.

Considera la heredad, y la compra y planta viña del fruto de sus manos” (v.16). Es una excelente empresaria, su marido no le dio dinero para comprar la heredad, ella la compró y plantó la viña de sus ganancias. “Hace telas y vende, y da cintas al mercader” (v24) Además de sus responsabilidades familiares y del hogar, gana dinero adicional para sí misma, haciendo y vendiendo un producto útil. Note, sin embargo, que no mezcló su dinero con el efectivo diario del hogar, lo separaba hasta que llegara el momento correcto.

Ciñe de fuerzas sus lomos, y esfuerza sus brazos” (v.17) Es una mujer fuerte en función de autodisciplina, entrega a su familia, y amor por su marido. “Sus brazos son fuertes” se refiere a su fortaleza física que es el resultado de su trabajo diario. La motivación es un elemento clave en cualquier tarea, y esta mujer estaba muy motivada.

Ve que van bien sus negocios; su lámpara no se apaga de noche” (v.18) Habiendo comprado el campo y plantado la viña, no solo consigue una ganancia económica, sino también la bendición espiritual de ver a su familia prosperar como resultado de su trabajo.

“No tiene temor de la nieve por su familia” (v.21) significa que estaba bien preparada para el invierno… tenía suficientes mantas para cubrirse en la noche y ropa caliente para los días de frío. Pero no se contentaba solo con la ropa funcional. Deseaba que la familia tuviera buena apariencia.

Ella se hace tapices; de lino y purpura es su vestido” (v.22) Agradecida por la belleza externa con la que Dios la ha bendecido, se viste de tal manera que pone de manifiesto su belleza delante de su marido. No la exagera con sea ni oro ni perlas. En su lugar escoge lino, que no era una ropa particularmente cara… Y la belleza del color púrpura destacaría su propia belleza. De modo que evita el extremo del despliegue ostentoso mediante la selección de una simplicidad elegante.

Su generosidad como vecina
“Alarga su mano al pobre, y extiende sus manos al menesteroso” (v.20)

Tan devota y cariñosa como es hacia su familia, no desatiende a otros. Demuestra su compasión por los pobres al implicarse personalmente en sus angustias. Extiende su mano, los toca donde les duele, proveyendo, sin duda, alimento y vestidos.

Su influencia como educadora
Fuerza y honor son su vestidura; y se ríe de lo porvenir” (v.25)

Fuerza” describe su carácter espiritual, mientras que “honor” define la calidad de su vida. Ambas son fundamentales para su integridad como maestra. Es verdaderamente espiritual, si no lo fuera, sus hijos no la escucharían ni obedecerían sus instrucciones.

Se ríe de lo por venir” significa que no le teme a lo futuro porque sabe que todas las cosas están en las manos de Dios. Todo estará bien en el futuro para ella porque está en relación correcta con Dios. Todo estará bien en el futuro respecto de su hogar porque lo ha mantenido en orden. Todo estará bien en el futuro respecto de sus hijos porque ha estado consecuentemente criándolos “en disciplina y en el temor del Señor (Ef. 6:4) Y todo estará bien respecto del futuro de su esposo porque su compromiso de administrar el hogar le ha dado al marido la oportunidad de ser un hombre de Dios.

“Abre su boca con sabiduría, y la ley de clemencia está en su lengua” (v.26) Su característica dominante cuando enseña es ternura… con palabras cariñosas y bondadosas, edifica y ministra gracia a sus oyentes (Ef. 4:29)

Su eficacia como madre
“Considera los caminos de su casa, y no come el pan de balde”.  (v.27)

Nunca sucumbe a la tentación de la pereza. En cambio se da cuenta de que la verdadera satisfacción solo puede venir de un esfuerzo supremo. Si ustedes, madres, invirtieran su vida en sus hijos durante la primera mitad de su existencia, recogerían los dividendos durante la segunda mitad. La esposa y madre excelente cría a sus hijos con sabiduría piadosa y con gran amor y cuidado. Ese es el diseño de Dios.

“Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la alaba” (v.28) Hay otro beneficio; cuando sus hijos llegan a ser padres, seguirán su modelo en la crianza de sus hijos. Es por eso que la tierna dirección, el consejo sabio, la disciplina cariñosa, el santo ejemplo, el trabajo duro y el dar desinteresadamente constituyen las características vitales de la crianza.

Su excelencia como persona
“Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada” (v.30)

Su excelencia como persona comienza con la dimensión espiritual. Las mujeres invierten horas intentando mejorar su apariencia externa se pierden de lo que tienen valor permanente… El ideal de la madre del rey Lemuel para la esposa excelente está resumido en los dos últimos versículos de Proverbios 31, cuando un hombre puede compartir su vida con una mujer que teme a Dios, se encuentra en las mejores circunstancias.



Tomado del libro: “Distintos por Diseño” de John MacArthur

viernes, 16 de enero de 2015

CUIDADO - Mujeres Trabajando en Casa


Después de la luna de miel, llegamos al lugar que se va a convertir en nuestro “nidito de amor”, y nos damos cuenta que necesitamos más que amor para hacerlo funcionar. La realidad nos puede tomar desapercibidas, nos hemos casado con una persona totalmente diferente y con patrones distintos al nuestro. Pero a partir de ese “si acepto”, nos hemos convertido en una sola carne (eso incluye un mismo pensar y un mismo sentir en todo).

Las mujeres fuimos escogidas por Dios para edificar nuestros hogares, una tarea sumamente importante y trascendental no solamente para nuestra vida, sino para las vidas de quienes nos han sido delegados: Nuestro esposo e hijos. Ahora dependemos totalmente de nuestro esposo ¿¡cómo!? Si, si deseas que la empresa de tu matrimonio funcione como Dios quiere, debes y tienes que obedecer lo que Él nos manda en su Palabra. Colosenses 3:18, dice:

“Casadas estad sujetas a vuestros maridos como conviene en el Señor”.
La palabra clave en este verso es “como conviene”. A las casadas nos conviene la sujeción a nuestros esposos porque nos protege de cometer malas decisiones, nos libra de querer vivir de acuerdo a las pautas de este mundo y nos da libre acceso a la cobertura de Dios.

Por muchos libros que hayamos leído antes de casarnos acerca de cómo ser una “buena esposa”, en la práctica llegamos casi nulas al matrimonio; necesitamos con urgencia la sabiduría Divina para llevar a cabo el diseño que Dios ha trazado para el hogar.

La sabiduría no es algo con lo que nacemos. La sabiduría Divina es el conocimiento que adquirimos por medio de una relación estrecha con Dios en su Palabra. Proverbios 4:5 en adelante nos habla de adquirir sabiduría e inteligencia, de no apartarnos de ellas, de amarlas, conservarlas y engrandecerlas.

Esa misma sabiduría nos ayudará a edificar nuestro matrimonio con inteligencia, bajo la guía del Espíritu Santo obrando en nuestras vidas.

“La mujer sabia edifica su casa”… Proverbios 14:1
Mi hogar no comenzó siendo un oasis de felicidad. Todo lo contrario, los primeros años fueron muy tensos e impredecibles con peleas y discusiones con mi esposo; pero la gracia Divina me ayudó a ver mi necedad, que no era a mi manera que podía hacer funcionar mi matrimonio, sino a la manera que Dios estableció en su Palabra, que es mucho más eficaz que mi vano conocimiento.

Dios puso en mi corazón el deseo de compartir con otras mujeres mi historia personal, como dice la Palabra:

“Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres”.
2 Corintios 3:2

Tu testimonio y el mío sirven para poder animar y exhortar a otras mujeres, a ser la esposa, la madre, la hija, la hermana, la amiga, la mujer ejemplar que vive para glorificar a Dios y que ha encontrado su verdadera realización celestial aquí en la Tierra.

¡Cuidado, Mujeres Trabajando en Casa! nos enseña cómo podemos edificar un hogar con la ayuda del Arquitecto de la Creación. Él nos diseñó y sólo Él sabe cómo funcionamos de la mejor manera para ser felices y llevarle gloria a Él. Lo único que debemos hacer es dejar que nos moldee conforme a su diseño.