miércoles, 10 de septiembre de 2014

El Mejor Regalo para un Niño




“Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de Dios”. Lucas 18:16


Muchos padres hoy irán a comprar el juguete de moda, la Tablet o el videojuego para hacer feliz a sus hijos por lo menos un día. Otros probablemente hasta los llevaran a comer a un restaurante de comidas rápidas y poder compensar el tiempo que no les dedican diariamente.

¿Qué sabes tú padre de las necesidades de un niño? Un juguete no llena los abrazos y los besos que no les distes antes de dormir, porque llegaste tarde del trabajo y no te pudieron ver. No compensan las veces que ellos quisieron jugar contigo y tú tenías un trabajo que terminar.

¿Qué sabes tú madre de los cuidados de un niño? Te preocupas de los gérmenes que se le pueden pegar en la escuela pero no te preocupas por instruirlos en la obediencia de Dios. Te esmeras porque vayan al nursery desde los dos años porque necesita socializar con otros niños o aprender otro idioma, cuando lo que necesita es el apego y seguridad que solo una madre puede dar.
Dios te dio esos niños para que tú lo pudieras cuidar por El, para que tú les hablaras de El ¿lo has hecho? Probablemente no, porque si tú no lo buscas como podrás pedirles a ellos que lo hagan.

¿Estás seguro papá o mamá que tus hijos son salvos? La salvación no es algo que se transfiere o se acostumbra como si fuera una religión. Es una decisión que tus hijos deben tomar tarde o temprano de aceptar a Jesucristo como su Salvador para poder reconciliarse con Dios. ¿Eres de ejemplo para ellos quieran seguir tus pasos hacia Jesús o eres la piedra de estorbo que impide que ellos se acerquen a Él?

Háblales de Dios, ese es el mejor regalo que los niños pueden recibir aun a sus cortas edades, el mensaje de salvación es lo que les ayudará crecer sabiamente y sanamente en un mundo retorcido y lleno de peligros.

No impidas que tus hijos se acerquen a Jesús, no pienses que están muy pequeños para comprender la salvación. No les quitas la bendición de disciplinarlos e instruirlos en el temor de Dios, esta es la mejor forma como los niños perciben como actúa el temor y amor hacia Él.

Invierte amor, tiempo y dedicación en tus hijos… ¿Cómo quisieras que tus hijos te recordarán: como un padre ausente por el trabajo, como una madre que se preocupó por cuidarlos físicamente pero no espiritualmente?

Lo que más recuerdo de mi niñez es como mi madre me hablaba de Jesucristo, como en mi adolescencia se preocupaba porque volviera al buen Camino y lo que hasta el día de hoy aprecio y atesoro son sus oraciones diarias por mi vida.

Lo que más admiro de mis hijos son sus ocurrencias, sus risas, sus oraciones, verlos tener su devocional, su confianza en Dios (es más grande que la mía) y el escucharlos decir aunque no lo merezca “mi mami hace los más ricos pasteles”, “mi mami es bonita” y la que me quebranta “mi mami es la mejor mamá del mundo que Dios pudo haberme dado”


A mis regalitos Niksi, Natalie, Jeremy y Pablito

lunes, 1 de septiembre de 2014

Mamí quiero ser...



La mayoría de los niños desean ser alguien a sus cortas edades, por ejemplo: Algunos quieren ser policías, otros bomberos, otros super héroes, otras maestras o bailarinas. Conforme pasan los años y se acercan a la adolescencia sus deseos y gustos cambian, la mayoría de los muchachos en esta etapa tienden a copiar patrones ya sea de sus amigos o artistas favoritos, lo cual les hace perder su propia identidad, convicciones y valores.

Con mi esposo a menudo tenemos platicas con nuestros hijos (tienen 11, 9 y 5 años) sobre que quieren ser cuando sean grandes, inclusive cuantos hijos desean tener. Hace algunos días platicaba con los dos más grandecitos y les preguntaba: ¿Cuándo ustedes tengan sus propios hijos los van a disciplinar? La mayor en tono sonriente contesto: “yo creo que sí”, su hermano contestó: “yo sí”, cuando le pregunte ¿por qué? Me dijo, “porque es bueno”.

Nuestros hijos deben aprender no solo a obedecer los principios bíblicos, si no a hacerlos parte de sus convicciones, porque durante están en su escuela y/o colegio no estamos presentes para recalcárselos, pero la Palabra de Dios si debe estar presente en sus vidas para guiarlos y ayudarlos a tomar las mejores decisiones.

“Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la enseñanza de tu madre… Te guiarán cuando andes; cuando duermas te guardarán; hablarán contigo cuando despiertes”. Proverbios 6:20, 22

Esta es la verdad que Dios quiere que les hablemos a nuestros hijos, que les enseñemos que la instrucción es para su protección no un reglamento que deben cumplir por su bien.

Las mamás nos preocupamos porque nuestros hijos vayan a la escuela lo más presentables posibles, los esforzamos para que cumplan con sus deberes, les decimos un millón de veces que laven sus manos sino contraerán enfermedades, pero nos olvidamos de recalcarles una y otra vez los principios bíblicos.

“La instrucción bíblica no es solo acerca de un cambio de conducta, es acerca de un cambio en el corazón… Un cambio de conducta es conveniente por solo un momento, un cambio del corazón es para toda la vida”.- Shepherd Press

“Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza es luz, y camino de vida las reprensiones que te instruyen”. Proverbios 6:23


El Proverbista nos enseña que la instrucción es tan preciosa que debemos hacerla parte de nuestras vidas y enseñarla a nuestros hijos de la misma manera para que la adopten como su estilo de vida, para que no imiten las cosas de este mundo, para que tengan convicciones fuertes que les ayuden a cumplir el propósito que Dios tienen para sus vidas.