martes, 29 de marzo de 2016

Enseña a tus hijos a orar




Pidan, y se les dará, busquen, y encontrarán, llamen, y se les abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe, y el que busca, encuentra, y al que llama, se le abre. ¿Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuanto más su Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan!. Mateo 7:7-11


En la oración, el Señor Jesús nos enseña que debemos orar para que sea hecha la voluntad de Dios y no la nuestra, esa es una petición que realmente cambia vidas. Debemos estar conscientes de que su propósito y su plan son mejores que los nuestros. El camino de Dios es mejor que el camino que queramos trazarnos.


No funciona el decir o pensar, "por favor Dios, haz tu voluntad, pero también considera la mía". Esta es una declaración, de que nuestros deseos son más importantes que la voluntad de Dios. Es el reino de Dios y su voluntad, lo que debemos desear por encima de todo. Este pensamiento vincula directamente con las palabras de Cristo en el sermón del monte; buscad primeramente el reino de Dios y su justicia.


Jesús fue fiel a lo que él oró al Padre. El momento más difícil que Jesús pasó aquí en la Tierra, se presenta ante su Padre y le dice: "no se haga mi voluntad, sino la tuya" (Lucas 22:42). Cristo era totalmente coherente con lo que él enseñó a sus discípulos.


Nuestros hijos han sido enseñados a que si desean algo por muy pequeño o grande que sea, deben pedírselo a Dios en oración, para que Él lo provea y sea cual sea la respuesta de Dios, vamos a tener gozo. Muchas veces, me han dejado boquiabierta con la fe y la perseverancia con que oran. Debemos enseñarles a nuestros hijos lo que Jesús enseñó a sus discípulos. 


Recuerdo una vez, que nuestro perro nos hizo un desastre en la sala, se comió los cojines del sofá mientras no estábamos. Estaba molesta, lo primero que se me ocurrió decir fue "está vez si te regalo". En la noche, mientras Pablito (mi hijo menor) oraba, su petición era, "Dios que mamá y papá puedan perdonar a Charly (nuestro perro)". Imagínate con que valor lo iba a regalar, después de esa oración.


Muchas veces, ellos han visto que las cosas no nos han salido como las hemos pedido en oración, pero igual debemos darle gracias a Dios. Ellos, deben aprender que en todas estas peticiones, lo más importante, lo mejor es orar porque la voluntad de Dios sea hecha y no vernos frustradas porque no se dieron los resultados como nosotras quisimos.


Sea cual fuere la oración, la mejor conclusión es siempre que la voluntad de Dios sea hecha. Enseña a tus hijos que sus oraciones, sus deseos y anhelos sean mejor conocidos cuando buscamos primeramente el reino de Dios y esperamos que se haga su voluntad. Una nunca puede ser demasiada joven o demasiada anciana para ver el descanso que trae esta gran verdad.


Enseñemos a nuestros hijos a pedir a Dios lo que es mejor de acuerdo a su voluntad.

lunes, 21 de marzo de 2016

Requisitos de una maestra del bien



“Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien”…
Tito 2:3


La vida de la mujer puede transcurrir sin pena ni gloria entre las paredes de su hogar, si ella así lo desea pero también puede llegar a tener un propósito eterno, si en esta vida deja un precioso legado al enseñar a otras mujeres a ser mejores cristianas, esposas, madres, hijas, amigas…


Durante muchos años de mi vida cristiana carecí de una visión personal. Hasta que estudie cuidadosamente el pasaje de Tito 2:3-5, me di cuenta de lo que quería ser: Una discípula de Jesucristo que desea ser una maestra del bien y poder enseñar a otras mujeres a amar y honrar a sus esposos, para gloria de Dios.


Para llegar a ser una maestra del bien, es necesario primero ser una discípula de Jesucristo. En el Libro de Hechos encontramos el ejemplo de una genuina discípula, Tabita (Hechos 9:36-43), era una mujer que abundaba en buenas obras y en limosnas.


Esto nos enseña que una discípula es más que una alumna que se sienta para escuchar. Es alguien que aprende y sigue a su maestro. Una de las cosas que Tabita había aprendido era a servir a Jesucristo a través de las personas. Las mujeres de su comunidad daban testimonio de lo que ella hacía por los demás.


El discipulado comienza con el deseo de querer seguir a Jesucristo y sus enseñanzas por medio de Su palabra. También necesitamos estar aprendiendo de alguien con madurez espiritual para que nos pueda instruir y guiar. La edad es irrelevante, el término “anciana” en este verso significa “madurez espiritual”, y “jóvenes” a las recién convertidas o a las bebes espirituales.


¿Qué requisitos debe tener una maestra del bien?

1.        Debe ser una mujer reverente en todo lugar.
“… sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”… I Pedro 3:15


La reverencia no es únicamente la manera como te conduces hacia tu esposo, sino, es la forma como actúas para con todos; la manera como respondes, los gestos que haces al hablar o como reaccionas cuando te dicen algo que no es de tu total agrado.


¿Cómo están tus actitudes hacia los demás? ¿A quiénes les sonríes y a quienes miras con desprecio? ¿Cómo consideras al que te amonesta o te corrige?


Tu testimonio puede quedar en entre dicho si actúas de manera selectiva con el trato hacia las personas. Dios desea que aun cuando seas juzgada o criticada injustamente, muestres reverencia hacia esa persona, no tratando de defender tu punto de vista, sino dejando que tus hechos hablen por sí mismos. Si tratas a alguien con descuido o injusticia, aun cuando exista un buen pretexto, nunca lo olvidarán. Y a la larga, tu reputación se verá deteriorada.


2.        Debe ser una mujer no calumniadora
“… teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo”. I Pedro 3:16


Hay muchas palabras que pueden relacionarse con la calumnia, entre ellas: El chisme, la mentira, la crítica y la murmuración. Por cierto entre los cristianos, “la crítica debe ser constructiva con el firme propósito de edificar y no de destruir”.


Escudriña tu corazón y considera en qué áreas estás criticando o murmurando sobre los demás.Sise trata de un asunto espiritual, amonesta a esta persona siempre y cuando sea con amor y no murmures de ella a sus espaldas. Con frecuencia medimos a otros con nuestras propias normas. Así que, extendamos misericordia y compasión sabiendo que Dios está fielmente trabajando en la vida de esa persona, así como en la nuestra.


El apóstol Pablo lo pone de una manera tan sencilla: “Si pues coméis o bebéis, o hacéis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios”. I Corintios 10:31.


3.        Debe ser una mujer no esclava del vino
“Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres”.  I Corintios 7:23

Hoy en día, hay muchas cosas que te pueden mantener esclavizada: La televisión, las novelas, los quehaceres domésticos, los afanes de la vida, el dinero, las finanzas, los deseos de los ojos, los deseos de la carne, etc. ¿cuál es el vino que te mantiene esclavizada?Si deseas modelar un estilo de vida que sirva y complazca a Dios, que honra y sirve a su marido, que disfruta e instruye a sus hijos, que es compasiva con los necesitados, y que busca crecer dentro de su iglesia,considera mucho estas preguntas: ¿Cómo estás en tu relación diaria con Dios?, ¿de quién eres discípula?


Dios ya nos liberó del pecado y quiere que nos conduzcamos con sobriedad, que es la virtud que nos permite controlar nuestros deseos e impulsos mundanos. En 1 Timoteo 3:11, dice: “Las mujeres sean honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo”.



Si deseas leer la segunda parte de este artículo, adquiere mi libro "Cuidado - Mujeres Trabajando en Casa".

lunes, 14 de marzo de 2016

Del escritorio a la estufa



Dios cumple su Propósito en Mí

“Jehová cumplirá su propósito en mi, tu misericordia oh Jehová es para siempre, no desampares la obra de tus manos”.
Salmos 138:8


Una de las cosas que dije cuando empecé a trabajar, fue, jamás seré ama de casa.Para mí ese término estaba reservado para una mujer sin estudios, conformista o con pocas aspiraciones en la vida. Que lección me dio el Señor.


Hoy,ya tengo varios años de ser una feliz ama de casa.Me di cuenta que, como dice el refrán “el tigre no es como lo pintan”. Ser ama de casa es un privilegio el cual muchas mujeres no lo consideran así.Unas, porque las finanzas del hogar no lo permiten, otras por aspiraciones personales, otras por un supuesto mejor estilo de vida, otras porque piensan como yo solía pensar que iban a desperdiciar su vida, otras por falta de fe, etc.


Ser ama de casa es una gran responsabilidad, más grande que dirigir una oficina. En una oficina aunque tengas personas a tu cargo, todo el trabajo que hagas al cabo de algunos años se acabará. En cambio en el hogar, lo que hagas o dejes de hacer por las personas que están a tu cargo van a trascender toda la vida y hasta en la eternidad.


Hoy te puedo asegurar que para mí es un privilegio ser ama de casa. No fue una decisión fácil al principio, pero sin duda alguna, sé que fue acertada. Hubieron días de frustración y de dolor, pero han sido más los días de felicidad y confianza en el Señor.


Proverbios 31:11, dice: “El corazón de su marido, está en ella confiado…” Nuestros esposos confían que al salir a sus trabajos, sus hijos y su hogar quedan en las mejores manos, las nuestras. La Mujer Virtuosa, a pesar de tener criadas a su disposición (verso 15), se encargaba personalmente de su esposo y sus hijos.


Mujeres, ningún salario que podría calcularse, pagaría lo que nosotras hacemos por nuestra familia en casa.Es invaluable y yo le agregaría la palabra incalculable. No lo menospreciemos, las vidas que están a nuestro cuidado fueron encomendadas por Dios. Seamos sabias, no abandonemos el hogar.


En mi experiencia personal, yo encontré en Proverbios 31 la clave para continuar con mi desarrollo profesional y para aportar económicamente a mi familia: Generar ingresos desde mi hogar, sin tener que salir a la calle. Dios me ha bendecido con ciertas habilidades que anteriormente no podía apreciar.


Yo, que no sabía hacer nada, ahora me dedico a vender comidas, a la repostería, a la costura, a tejer y hasta escritora he resultado.Si Dios me hubiera revelado los planes que tenía para mi, en los momentos que parecía león enjaulado en mi casa, hubiera pensado que era un mal chiste.


Al inicio de este libro te comenté que tenía que salir a trabajar, mientras mi hija mayor a veces quedaba al cuidado de una empleada o la dejaba sola en casa o la llevaba al trabajo. ¿Sabes cuál fue el resultado? Ella no está conmigo hoy. Está con quien la cuidó sus primeros cuatro años, con mi madre. No quiso seguir viviendo conmigo, porque durante mucho tiempo la descuidé por algo que pensé era valioso para mí, mi realización personal.


Ha sido una lucha contra el enemigo, haciéndome sentir culpable por la clase de madre que fui con ella. Gracias al perdón que encontré en Jesús, tenemos una mejor relación. Aún no está conmigo, pero continúo orando para que un día regrese a casa.


La Mujer Virtuosa no era la “Mujer Maravilla”. Ella no escribió sobre sí misma; alguien más que observó cuán virtuosa era fue quien detalló como era su proceder. Probablemente ella, al igual que nosotras, tuvo sus luchas, tuvo sus malos días, es casi imposible pensar que no se cansaba. Lo sorprendente es que todo cuanto se expresa, son elogios de lo que hacía y de su carácter.



El cambiar un cómodo escritorio en una oficina por una calurosa estufa en una cocina, parece algo ridículo. Hoy pienso que es parte del plan que Dios tenía para mi vida. A veces no ha sido fácil estar en casa, no lo niego, pero Dios me encomendó la vida de mi esposo y de mis hijos para que los amara y los cuidara ¿Quién más podría hacerlo?

martes, 8 de marzo de 2016

El empoderamiento de la mujer



El 8 de marzo se celebra el "Día Internacional de la Mujer", el cual conmemora la lucha de la mujer por su participación en pie de igualdad con el hombre en la sociedad y en su desarrollo como persona. Existe un término que en los últimos días ha cobrado auge y es "el empoderamiento de la mujer".


¿De qué trata el empoderamiento de las mujeres?
Se trata de un término acuñado en la Conferencia Mundial de las Mujeres en Beijing (Pekín) en 1995 para referirse al aumento de la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones y acceso al poder.


Existe una campaña solidaria que promueve la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer, la cual ha iniciado las Naciones Unidas y se llama "Heforshe", la cual va especialmente dirigida a los hombres para que puedan facilitarle a las mujeres el acceso al poder socio-político. Uno de los objetivos principales es (5): "Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas".


La plataforma para el lanzamiento de esta campaña, como todas ya lo sabemos es Hollywood. Una de las principales embajadoras de buena voluntad de este movimiento es Emma  Watson (de Harry Potter). De ahí también vemos, como la última entrega de la Guerra de las Galaxias se le transfiere la fuerza a una mujer. Y en la película de Mad Max, vemos a una Charlize Theron en el protagónico de Mel Gibson. ¿Ves como todo se va orquestando?



"La maldición sobre Eva fue que el deseo de la mujer sería en adelante usurpar el liderazgo del hombre, pero él resistiría ese deseo y la conquistaría a través de medios despiadados.... Con la caída y su maldición vino la distorsión de la sumisión correcta de la mujer y de la adecuada autoridad del hombre… Las mujeres tienen una inclinación pecaminosa a usurpar la autoridad del hombre y el hombre tiene una inclinación pecaminosa de poner la mujer bajo sus pies... Ninguna hija de Eva debe seguir sus pasos y entrar en el territorio prohibido de predominio determinado de los hombres".- John MacArthur


¿Qué dice Dios sobre el Empoderamiento de la Mujer?


Y Dios creó al hombre a su imagen. Lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó. Y los bendijo Dios con estas palabras "¡Reproduzcanse, multiplíquense, y llenen la tierra! ¡Domínenla!..." Génesis 1:27-28


En primer lugar, Dios les habló a ambos y les dio dominio sobre la tierra, el cual perdieron cuando el pecado entro al mundo. ¿Y por quién entro el pecado al mundo? Por la mujer. A Eva le atrajo la idea de llegar ser como Dios cuando la serpiente la tentó (Génesis 3:5) y no solo eso, sino que condujo al pecado a Adán su esposo.


Eva podría catalogarse como la primera feminista, quiso poder, quiso autoridad y lo que consiguió fue su ruina. Al igual que ella, muchas mujeres son engañadas hoy en día, defendiendo causas feministas o queriendo ejercer dominio sobre el hombre, reclamando derechos que hace miles de años perdieron.


¿Cuál es nuestra esperanza en Dios?


Pues todos ustedes son hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús... Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer, sino que todos ustedes son uno en Cristo Jesús. 
Gálatas 3:26,28


El deseo de Dios es que comprendamos que ante Él todos somos uno por medio de Cristo, quien nos ha dado salvación y vida eterna.  Este verso no habla de igualdad de roles ni tampoco de la abolición de roles (como que la mujer pueda ser pastora o predicar), habla de que por medio de la salvación todos somos iguales. Por cuestión de orden, estableció al hombre como autoridad y a nosotras las mujeres como ayudas idóneas.


Jesús nos dio un lugar importante en su reino. Antes que Él viniera al mundo, la mujer era vista casi como nada. No tenía voz ni voto al momento de tomar decisiones. Pero Él nos hizo co-herederas de su gracia (1 Pedro 3:7). Cuando Él resucitó se presentó primero a las fieles mujeres que lo habían seguido en todo su ministerio, lo cual representaba que las mujeres también  tendrían participación en su resurrección.


Cuando la mujer no está de acuerdo con el rol que Dios le ha dado, enarbola sus propias luchas y conquistas por igualdad de género, como lo quiso hacer Eva. Dios no quiere que nos empoderemos sobre el hombre. Dios quiere que manifestemos su poder y su gracia, a través de nuestras vidas, mostrando la feminidad que Él nos ha dado.


No necesito que las feministas me representen para pedir mis derechos o igualdad ante el hombre. Lo que necesito es mostrar la feminidad que Dios me ha dado como mujer, viviendo una vida piadosa y de gratitud hacia Él por haberme escogido como su hija.

miércoles, 2 de marzo de 2016

¿Cuán importante es tú salud espiritual?



Aclaro, cuidar de nuestra salud es un elemento indispensable y es nuestra obligación ante Dios cuidar de nuestro cuerpo porque es templo y morada de su Espíritu. Dicho esto, he aquí una pregunta para considerar: 


¿Qué te preocupa más estar saludable o santa?



Estar tan sana como puedas es importante. Sin embargo, los problemas con nuestra salud puede llegar a dañar nuestra relación con Dios. Hoy más que nunca se le rinde un culto desmedido al cuerpo, el tener una vida saludable para mejorar nuestra calidad de vida.


Reitero, mantener la buena salud es algo que la mayoría de la gente se toma muy en serio. El pecado - no tanto. Por ejemplo, gastar tiempo y dinero para encontrar un diagnóstico adecuado para un problema de salud, sin lugar a dudas es algo que debe hacerse. Si estás enferma, le pedimos a las personas que oren por tu condición. Podemos prestar especial atención a la dieta, el ejercicio y las órdenes del doctor. Todo esto es bueno.


Pero, ¿qué pasa con un ataque de enojo hacia nuestro cónyuge o hijos? o ¿Con una herida causada por el resentimiento? o ¿Cuándo nuestra carne se pudre por el cáncer llamado envidia? Nuestro enfoque es generalmente hacia las personas que nos han causado ese enojo, resentimiento o envidia,  más que en la curación de nuestro pecado. La idea de pedir ayuda en esa área al Pastor, Diacono  o a una amiga madura en la fe es algo secundario o sin importancia. Y si acudimos a ellos, no tomamos en cuenta su consejo.


Vez, cuán importante es nuestra salud espiritual. Dios desea que así como cuidamos nuestro cuerpo, que así como seguimos una prescripción médica cuando estamos enfermas, aprendamos a seguir lo que Él nos dice en su Palabra con relación a nuestra salud espiritual. Por ejemplo:


Contra el enojo: 

"Enójense, pero no pequen; reconcíliense antes de que el sol se ponga, y no den lugar al diablo". Efesios 4:26-27

Contra el resentimiento:

"Tengámonos en cuenta unos a otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras". 
Hebreos 10:24

Contra la envidia: 

"No hagan nada por contienda o por vanagloria. Al contrario, háganlo con humildad y considerando cada uno a los demás como superiores a sí mismo. Filipenses 2:3


La Palabra tiene un diagnóstico y sobre todo una cura para todas nuestras dolencias, enfermedades del alma, infecciones que nos contaminan y pueden inclusive causarnos daños severos e irreversibles sino son tratados debidamente. Cuida tu salud espiritual.