lunes, 5 de junio de 2017

La real Mujer Maravilla



Las que alcanzamos ver la serie de televisión "La Mujer Maravilla" (Wonder Woman, 1975-1979), en algún momento de nuestra niñez, jugamos y deseamos ser como ella. Linda Carter protagonista de la serie, era todo lo que una mujer deseaba ser, bella y poderosa.

Precisamente, el creador del cómic que dio paso al personaje de la Mujer Maravilla el psicólogo William Moulton Marston (quien era polígamo y se inspiro en sus dos mujeres para dar vida al personaje), la creo como una heroína que representa la lucha por la justicia, el amor, la paz y la igualdad sexual. Por ello, se convirtió rápidamente en el icono de las feministas de la época, en un momento en que el mundo atravesaba por la Segunda Guerra Mundial.

En 2013 cuando reapareció el personaje de "La Mujer Maravilla" protagonizada por la israelí Gal Gadot. En los momentos en que la mujer ya no sólo desea su "libertad" que ha decir verdad, lo ha convertido en "libertinaje", sino que anhela y lucha por "El empoderamiento de la Mujer", o sea tomar el lugar que le corresponde al hombre y el cual ella cree que se ha ganado por derecho.

Pero...

¿Sabes, quién es la verdadera Mujer Maravilla?

La verdadera Mujer Maravilla, somos Tu y Yo.

Somos aquellas Cristianas que hemos decidido y tomado los poderes que Dios nos ha dado por medio de su Espíritu Santo. ¿Sabes cuáles son esos super poderes? 

Son la sumisión y el respeto.

¿No parecen unos super poderes tan "cool" como el "lazo de la verdad" de la Mujer Maravilla o las brazaletes que la protegen de las balas, verdad?

La Mujer Maravilla, no es nada sumisa, tiene la suficiente fuerza y astucia para poder vencer a cualquier hombre. La mujer piadosa que Dios desea que seamos, debe ser una mujer sumisa y sujeta a su esposo (si está casada) o a sus padres (si está soltera). Que viva bajo autoridad, que es el escudo de protección que Él nos ha dejado.

La Mujer Maravilla, no es esa Mujer Virtuosa que describe Proverbios; hogareña, esforzada, trabajadora, ama de casa, dedicada a su esposo e hijos. No es como la profetisa Debora que guió hacia la victoria al pueblo de Israel y no se robo la victoria que Dios les había dado. Ni tampoco es como Sara la esposa de Abraham, que es una de las dos mujeres que figura en la galería de la fe de Hebreos 11. Esa es la mujer que Dios tiene en alta estima y valora.

La cristiana que busca la voluntad de Dios para su vida, que de rodillas pide que Dios la transforme y la haga un instrumento para Su gloria, que deja que el fruto del Espíritu se desarrolle y fructifique en ella, que desborda la sabiduría de lo alto y edifica su hogar o la vida de otros... esa mujer, llega a tener más super poderes que la Mujer Maravilla.

Antes de admirar el icono de lo que representa la Mujer Maravilla, busquemos de corazón ser esa mujer de belleza incorruptible de un espíritu cariñoso y sereno que refleja la bondad de su Creador.

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