lunes, 11 de julio de 2016

La clase de mamá que quiero ser




La fórmula para la mamá perfecta no existe, todas y cada una, hemos aprendido de diferente forma a ser mamás. Hay diferentes tipos de mamís: Consentidoras, sobre protectoras, estrictas, descuidadas... pero ¿cómo es la madre que Dios desea que seamos?


Cuando pienso en la mamá que quiero llegar a ser, a mi mente viene la historia de Jocabed (Éxodo 2:1-10), una esclava hebrea que se valió de su ingenio para poder salvar a su hijo del edicto de Faraón y no sólo eso, pudo criarlo lo suficiente como para sembrar en el corazón de Moisés las raíces de pueblo y sus enseñanzas.


¿Qué harías si el gobierno te pidiera que abortarás a tu hijo porque podrías contraer una enfermedad que afectaría tu salud y podrías tener un niño deforme o con una condición física, como sucedió hace poco con la alerta mundial del Zika? ¿Lo abortarías si se convirtiera eso en una ley? Jocabed se enfrentó a algo parecido. Los niños menores de dos años debían morir, debían ser echados al río, sólo a las niñas se les podía conservar la vida.


"Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tes meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey". Hebreos 11:23


Jocabed, como pudo, escondió a su hijo durante tres meses, pero el llanto del bebe podía delatarlos. Hizo una cesta y la tiró al río con la esperanza que el bebe sobreviviera, mando a su hija mayor para que lo vigilara de largo. ¡Sus oraciones fueron escuchadas!, la hija de Faraón encontró al bebe y no sólo eso, le pidió a Jocabed que lo cuidará.


"... Lleva a este niño y criámelo, y yo te lo pagaré. Y la mujer tomó al niño y lo crió". Éxodo 2:9


Su hijo estaba a salvo y no solo eso, ella tendría la oportunidad de criarlo por algún tiempo. Ese tiempo fue suficiente para enseñarle a Moisés, sus raíces, su pueblo y sobre todo encaminarlo en el temor de Dios. El pequeño Moisés , crecería en el momento más esplendoroso que tuvo Egipto y no sólo eso, podría llegar a ser un Faraón.


"Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón". Hebreos 11:24-26


Pero, Dios tenía otros planes. Moisés sería, quien iba a ser el instrumento de Dios para liberar a su pueblo Israel. Todo comenzó con la valentía de Jocabed de no cumplir el edicto de Faraón, salvo a su hijo y lo crió para que el día de mañana, todo aquel esplendor de Egipto no cautivara el corazón de Moisés y se olvidara de su pueblo.


Mamás, Dios desea que protejamos a nuestros hijos del Egipto actual (el mundo), el cual tiene cada vez más esplendor y más oportunidades para que nuestros hijos divaguen y se pierdan en sus placeres. Dios desea, que seamos madres valientes como Jocabed, que los instruyamos en el temor y en el amor de Dios. Dios desea que tomemos a sus hijos y los criemos, no para nuestros propósitos, sino para glorificarle a El.


La instrucción constante, acompañada de amor y una buena dosis diaria de oraciones, harán que nuestros hijos echen raíces, lleven buen fruto y vivan para agradar a Dios. No seamos mamás egoístas o negligentes, nuestros hijos son prestados, Dios nos los ha encargado, criemoslo con sabiduría, hagamos lo correcto y demos lo mejor de nosotras para cumplir el mandato de Dios y no el de los hombres.

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