miércoles, 29 de mayo de 2013

La Belleza que Cautiva



En el Antiguo Testamento, encontramos la historia de dos reinas que con su belleza cautivaron a sus esposos y al reino judío que representaban. Una lo hizo para mal y otra para bien. Hablamos de la Reina Jezabel y de la Reina Esther.

La Reina Jezabel fue una mujer perversa, que llevó no solo al Rey Acab (1 Reyes 21:25-26) sino también al pueblo judío a contaminarse adorando a otros dioses. Era una mujer temible, de las que dice el Libro de Proverbios que reducen la voluntad del hombre a un bocado de pan.

La Reina Esther, que es de quien hablaremos, poseía cualidades y virtudes dignas de imitar, entre ellas:

1.  Una Mujer Femenina
Las doncellas, se preparaban durante un año en aceites y perfumes para presentarse ante el Rey Asuero (Esther 2:12-13). Esther, tenía una belleza natural que la hacia ganarse la gracia y el favor de quienes la rodeaban.

Las mujeres, debemos cuidar nuestra feminidad. No es malo que le dediquemos tiempo a nuestro aspecto físico, siempre y cuando no sea exagerado ni demasiado llamativo. Debemos buscar siempre armonizar nuestro espíritu con nuestra apariencia física.


2.  Una Mujer Obediente
Esther, a pesar de haberse convertido en reina, siempre obedeció en todo a su tío Mardoqueo (2:20). Si estás soltera, ¿cómo está tu sujeción a tus padres? Una joven que no se sujeta a sus padres, muy difícilmente encontrará un esposo que la ame por lo que es, muy probablemente la amará más por su apariencia.

Si estás casada, ¿cómo está tu sujeción hacia tu esposo? ¿es tratado dignamente como un rey, o lo tienes reducido a un bocado de pan?


3.  Una Mujer Temerosa
A pesar de que Esther era reina, no podía presentarse ante el Rey Asuero sin su consentimiento, el hacerlo podía costarle la muerte. Por ello, primero buscó en ayuno el favor de Dios para poder interceder por su pueblo (4:16a).

Una mujer temerosa, siempre busca hacer la voluntad de Dios bajo cualquier costo. ¿Que tan bien obedeces los principios bíblicos? ¿Buscas las respuestas de Dios de tus peticiones en oración y ayuno?


4. Una Mujer Valiente
"... y si he de perecer que perezca". Esther 4:16b. Pienso que este es el tema central del Libro de Esther. Una mujer valiente que defendió a su pueblo de la muerte por las maquinaciones de Amán. Ella, tomó una decisión que pudo costarle la vida, pero no claudicó, se arriesgó para poder salvar a su pueblo.

Las mujeres valientes no claudican ante la adversidad por muy dura que parezca. Seamos mujeres valientes y esforzadas en nuestros hogares, no seamos mujeres manipuladoras, ni pasivas o permisivas.


5.  Una Mujer Fiel a sus Convicciones
"Porque ¿cómo podre yo ver el mal que alcanzará a mi pueblo? ¿Cómo podre yo ver la destrucción de mi nación?" Esther 8:6
Hasta ese momento, Esther, había guardado en secreto su nacionalidad judía. Sintió que no podría vivir con la culpa de que su pueblo pereciera y solo ella se salvara. Hasta el día de hoy, el pueblo judío celebra el "Purim", en conmemoración del milagro relatado en el Libro de Esther. Un día antes se celebra con ayuno y oraciones, justo el 14 del mes de Adar, se hace un gran banquete donde se lee en forma rápida el Libro de Esther. La valentía de está mujer ha sido contada de generación a generación.

Dios desea que nosotras seamos mujeres valientes y esforzadas en el lugar donde nos encontremos, recordemos que somos representantes aquí en la Tierra de Su Reino Celestial.

Si estás casada, ¿podrías vivir viendo la destrucción de tu hogar en manos del enemigo?
Si estás soltera, ¿cambiarías tus convicciones por adoptar la cultura decadente de este mundo?

La belleza física, cuando no va acompañada por la sabiduría espiritual, no tiene valor alguno, se marchita y perece como una flor. La belleza espiritual, es imperecedera y eterna, agradable a Dios. Tú decides que belleza deseas cultivar.

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