Querido Dios, oro, toda sin miedo
(Ya que estoy dispuesta a hacerlo),
No necesito un hombre guapo
pero deja que él sea como Tú;
No necesito que sea grande y fuerte
Ni tampoco muy alto,
No necesito que sea un genio,
o rico, Señor, en lo absoluto;
Pero deja que su cabeza este en alto, querido Dios,
Y deja que su mirada sea clara,
Sus hombros rectos, sea cualquiera su estado,
Cualquiera que sea su orbe terrenal;
Deja que su rostro muestre carácter,
y la robustez de su alma,
Deja que su vida entera lo muestre, Querido Dios,
una firmeza de meta;
luego cuando el venga
(como él venga)
con mis ojos radiantes y tranquila,
Yo entenderé que él es el hombre
Por quien ore mucho tiempo.
Poemas de Ruth Bell Graham
Querido Dios:
Gracias por la vida de Pablo Barahona porque es un hombre
que cada día se esfuerza por darte lo mejor, por ser mejor esposo y padre.
Guarda su corazón y dale fuerzas para vencer las batallas de su vida.
Amen.
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