viernes, 26 de diciembre de 2014

Una Canciòn de Amor




“El hombre fue creado a la imagen de Dios. Dios sopló el aliento de vida en Adam. De hecho, el hombre fue hecho a la semejanza de Dios. Dios siente, piensa y ama como su Creación lo hace. Así como Eva fue creada para satisfacer una necesidad de Adam, así nosotras satisfacemos nuestra necesidad en Dios”… -- Debi Pearl

El Cantar de los Cantares, ha sido un libro de la Biblia muy controversial por las expresiones de amor y pasión tan candentes que desarrollan El Rey Salomón (el amado) y la Sunamita (la amada). A la vez, muestra la misma clase de amor y entrega que Cristo tiene hacia su Iglesia. Por lo tanto, para aquellas y aquellos que disfrutamos de la unión matrimonial, debemos verlo como un manual para llegar a disfrutar del maravilloso regalo de Dios llamado “placer sexual”.

A las mujeres nos incomoda hablar de estos temas por factores como:

·         La forma como fuimos criadas
·         Pensamos que es un tabú que no se debe platicar con nadie
·         Acarreamos inhibiciones, complejos emocionales
·         Pensamos que el sexo es algo pecaminoso, que fue puesto solo para la procreación de los hijos
·         Pensamos en el sexo como un mal necesario para que el hombre satisfaga sus necesidades

Desde el inicio de la Creación, Dios hizo a Eva no solo con el propósito de llenar una necesidad de compañía de Adán, sino para disfrutarse y deleitarse mutuamente. Antes que el pecado entrara al mundo, ambos andaban desnudos y no se avergonzaban (Génesis 2:25). Pero cuando el pecado entro a sus vidas, ambos se escondieron, conocieron su desnudez y cocieron hojas para taparse. Me llama la atención la expresión de Dios en Génesis 3:11; “¿Quién te enseñó que estabas desnudo?

Desde el momento que Adán y Eva se vieron desnudos lo relacionaron con algo pecaminoso, por ello, pienso que es parte del ADN de nuestra naturaleza pecaminosa ver el placer sexual como algo sucio o con morbo, porque Satanás tergiversó la belleza con la que Dios lo había creado.

De ver el sexo como algo pecaminoso en aquellos tiempos, paso hoy en día a verse como algo que simplemente se hace por placer. Desde las canciones que son puramente pornografía cantada hasta los anuncios publicitarios, todo va relacionado con el sexo y el placer sin compromiso, solo por mera satisfacción personal.

“Yo soy de mi amado, y su deseo  tiende hacia mí. Ven, amado mío, salgamos al campo… allí te entregaré mi amor”. Cantares 7:10,12(BDLA)

La Sunamita se deleitaba en la pasión que su amado tenía por su cuerpo, buscaba como atraerlo y deleitarlo. El verdadero placer sexual diseñado por Dios, es una entrega mutua, yo le doy a mi esposo lo que a él le satisface y lo hace sentir amado y viceversa.“Dios se deleita en ver a sus hijos experimentar la consumación del matrimonio”.- Michael Pearl

“Mi amado es resplandeciente y sonrosado, distinguido entre diez mil”. Cantares 5:10

¿Para la Sunamita como era su esposo?

Para la Sunamita desde los cabellos hasta los pies su amado era atractivo a su parecer no existía otro hombre para ella más que él. ¿Cómo ves a tu esposo, lo ves atractivo, deseable o el paso de los años y las libras demás te han llevado a dejar de verlo con pasión? Da pesar, como hay esposas que han dejado de ver a sus esposos con amor y sueñan con amores platónicos de cine.

A los esposos les gusta sentirse admirados y deseados por sus esposas. Las mujeres respondemos más al tacto (caricias), los hombres responden a lo que ven (visual); deja que él siempre te vea como su cierva amada que busque recrearse siempre en ti. Ponte roba provocativa y seductora solo para él, usa un perfume que le recuerde estar contigo íntimamente.

“Toda tú eres hermosa, amada mía, y no hay defecto en ti. Cantares 4:7

¿Para el esposo como era la Sunamita?

Para él, era una mujer hermosa, cautivadora, deseable que disfrutaba entregarse a él en cualquier lugar. Hay una parte en la que ella habla de sus defectos por ser de tez trigueña, pero él la ve sin defecto alguno. ¿Cuantas veces nos hemos dejado acomplejar por nuestros defectos y no queremos que nuestros esposos nos acaricien mucho menos que nos vean desnudas? Que si las estrillas que nos han dejado los embarazos, que si estamos gordas, que si la piel se nos cae.

Eso provoca distanciamiento, enfriamiento en la relación y da lugar a que le abramos las puertas de par en par al adulterio. De Sara tenemos el ejemplo que aun en su vejez recordaba: “¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?” (Génesis 18:12) Para ella era un deleite, no un mal necesario. Había disfrutado esos años de placer junto a su esposo.

Dios nos dejó en su Palabra el Cantar de los Cantares para que supiéramos lo que El piensa sobre el placer sexual dentro del matrimonio. Es la canción de amor que el Amado (Jesucristo) le canta a su amada (La Iglesia) para que sepa cuanto la ama. Esa misma analogía se toma para el matrimonio y ya sabemos que toda la Escritura fue inspirada por Dios, no es algo que podemos omitir o dejar de obedecer. Somos su Creación y él se complace que disfrutemos el regalo tan precioso que nos dejó para disfrutarlo en la pureza del matrimonio.

Te animo que vayas y te deleites junto a tu esposo. Eres la mujer que Dios creo y diseño para que él pudiera satisfacerse, él es el hombre que Dios creo para que pudieras entregarte total y completamente. Disfruten la plenitud del placer sexual.


“Llévame en pos de ti y corramos juntos. El rey me ha conducido a sus cámaras. Nos regocijaremos y nos alegraremos en ti, exaltaremos tu amor más que el vino. Con razón te aman”. Cantares 1:4 (BDLA)

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