domingo, 7 de diciembre de 2014



El primer anuncio publicitario usado para el saludo de “Feliz Navidad” aparentemente comenzó en 1843 con la publicidad del Cuento de Navidad (A Christmas Carol) de Charles Dickens. No era de sorprenderse que ese saludo apareciera ese mismo año en las tarjetas navideñas.

La idea detrás de esta frase es que la Navidad debe ser un tiempo de felicidad y regocijo. Cuando deseas a alguien “Feliz Navidad”, de hecho, estás dando una bendición a alguien. La bendición de haber sido perdonado por los pecados.

Dios lleno el cielo con sus ángeles en honor al nacimiento de Su Hijo. Dios ordeno a los ríos y las montañas que cantarán de gozo por el nacimiento de nuestro Salvador (Salmo 98). Así que cuando damos la bendición de “Feliz Navidad” lo hacemos con el propósito de dar gracias a Dios por lo que solo Él pudo haber hecho por amor a nosotros.

El Salmo 98 fue la base del villancico de Isaac Watts “Al Mundo Paz” (Joy to the World). El Salmo construye el crescendo del Evangelio, que culmina en la alegría que Cristo vendría a juzgar con equidad a las personas de la Tierra. El gozo está en Cristo en la rectitud de su juicio.

Esto esta cercanamente conectado a la adoración de los ángeles en el Libro de Lucas. Dios traerá paz a aquellos a quienes ha bendecido con Su favor. En otras palabras, la paz viene a aquellos que han creído y abrazado su Evangelio.

“Al mundo paz” es otra forma de decir “Feliz Navidad”. Una Feliz Navidad nos mantiene enfocados en Su Evangelio y la paz que vino a darnos con el nacimiento de Su Hijo.


“¡Brame el mar y todo lo que él contiene; el mundo y todos sus habitantes!
¡Batan palmas los ríos, y canten jubilosos todos los montes!
Canten delante del Señor, que ya viene a juzgar la tierra.
Y juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con equidad”.
Salmos 98:7-9




 Escrito por Shepherd Press

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