Años atrás cuando tenía un bebe recién nacido, una niña de siete años y otra de veintidós meses; me sentía abrumada entre biberones, pañales y montañas de ropa sucia por lavar a mano. La situación que aquejaba mi corazón era "para esto me escogió Dios, para estar lavando y atendiendo mi hogar, no puedo salir a evangelizar, no puedo ir a visitar a las hermanas con tres niños encima, no tengo talentos ni dones que ofrecerle... ¿será esto lo que Dios quiere o necesita de mí?"
Mi esposo me decía "llegará el día en que los niños crezcan y podrás servir al Señor de otra manera, por ahora esto es lo que Dios te ha encomendado y debes hacerlo de la mejor forma". Sinceramente, lo aceptaba casi con resignación pero no con satisfacción.
Hoy, que mis hijos están más grandesitos, puedo ver con más claridad el panorama. Mi hogar es una trinchera en la batalla espiritual donde mi esposo necesita recargar sus fuerzas y encontrar aliento y motivación. Mis hijos son unos soldaditos que necesitan ser adiestrados para que cuando crezcan no deserten hacia el mundo.
"Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo... Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes". Efesios 6:11-13
En la historia de la Revolución Mexicana aparecen las mujeres conocidas como "Adelitas" o "soldaderas", quienes servían de cocineras, enfermeras o ayudantes de lo que se necesitará. Eran sumamente importantes en las labores que hacían.
Dios quiere que seamos como esas "Adelitas" que estemos atendiendo a nuestro esposo e hijos y viendo las necesidades de los demás para brindar nuestra ayuda. Quizás no podamos estar en el frente de batalla como quisiéramos pero si podemos ponernos toda la armadura de Dios y desde nuestro hogar orar, animar, exhortar, brindar un consejo, edificar a otras mujeres, enseñar, instruir, compartir un verso.
"Nuestros hijos no son una desventaja ni un estorbo para hacer cosas para el Señor, al contrario son un instrumento de bendición para dejar en este mundo una huella eterna"
"Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos". Efesios 6:18
Me identifico contigo amiga, y se que muchas veces el enemigo utiliza sus artimañas para demostrarnos que somos nada, sin embargo viendo ese maravilloso propósito que tuvo el Señor en nosotras, hemos sido de mucha importancia, hay 54 mujeres destacas en la Biblia, así que Dios no nos hizo para estar a un lado, nos ha hecho con propósito y el cuidar, guiar y educar a nuestros hijos eso no tiene precio.
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