lunes, 9 de septiembre de 2013

El Peligro de Vivir para tus Hijos



Publicado por Shepherd Press


"Vivimos en la era del niño". Los niños deben ser acomodados. Se convierten en el centro de la vida familiar. Así que en vez de entrenar a los niños, nuestro mundo moderno busca idolatrarlos. La educación puede ser un medio para servir a los niños en lugar de enseñarles a vivir con sacrificio sus vidas para Dios. Los padres viven para sus hijos en vez de vivir para Dios. 


Cuando esto sucede, nada bueno se logra. Los matrimonios se debilitan debido a este enfoque erróneo. Los niños nunca pueden satisfacer las expectativas de los padres que los adoran. El divorcio y el abuso de los niños aumenta. Al final, lo único que queda en la relación son escombros.



La relación de escombros también puede llevar a los niños a ser cínicos y descontentos hacia el Cristianismo. Niños que han sido los objetos fuera de lugar de culto por sus padres no pueden soportar el peso de ser ídolos parentales.


Los niños que son un medio para su disfrute de padres y su realización personal a menudo despreciarán las creencias de su familia y su iglesia. Los niños que relacionalmente han sido abandonados por el servicio a Dios no encontrarán ningún consuelo en un Evangelio que parece ser una trampa a favor de los padres.





Éstas son algunas de las razones por la que los niños le dan la espalda a Dios. Tal vez ni siquiera son las razones subyacentes de su salida de la Iglesia en la juventud. Padres, amen a Dios, amen a su cónyuge, y con amor preparen sus hijos para el mundo peligroso que está esperando por ellos. Haciendo otra cosa que esto hará que su fe aparezca egoísta. Dios merece algo mejor que ser representado así. 


La idolatría egoísta de vivir para sus hijos en última instancia va a destruir su matrimonio y sus hijos. Intentar salvar sus vidas a través de las de sus hijos los consumirá a ustedes y a ellos. No viven para sus hijos. Viven para Dios!


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Cuando leí este artículo me sentí identificada. Cuando tenía 17 años abandone la Iglesia a la cual asistían mis padres, no podía entender como ellos se perdieron mi graduación de los doce años por estar en la Iglesia, no iban a retirar mis notas porque sabían que había salido bien y no asistían a los eventos en los que participaba en la escuela o en el colegio porque alguien más los necesitaba en ese momento. Muchas veces en todo burlesco les decía: "si no se van a perder la entrada al cielo por no ir a la Iglesia un día".


Madres tus hijos no son tu prioridad después de Dios, ellos nunca deben estar antes que tu esposo. Un día ellos se marcharán a formar sus propios hogares y ¿qué será de ti si te desviviste por ellos? La forma como ellos miren tu matrimonio será el norte que les ayudará al momento de escoger la persona con quien compartirán sus vidas.


Como padres es nuestro deber mostrarles a nuestros hijos el camino correcto hacia Dios siendo de ejemplo, sin hacerlos de lado en el servicio a Dios, si no involucrandolos en aquellas actividades en las que ellos pueden participar, como el Ministerio de Niños.


No asumamos que ya han confiado, asegurémonos de su salvación. No actuemos como activistas dentro de la Iglesia, sino como servidores aun de ellos por amor a Jesucristo.

"Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús". 2 Corintios 4:5

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