lunes, 4 de abril de 2016

La Estructura de la Fe



“Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”. Hebreos 11:6

Si lees Hebreos 11 te encontrarás con personas que representan “la galería de la fe”.Si  estudias la vida de ellos, descubrirás que eran personas comunes y corrientes como nosotras. Entre todos ellos, sólo dos mujeres se mencionan en esta lista: Sara, la esposa de Abraham y Rahab.

En esta ocasión hablaremos de Rahab. Josué 2:1 nos muestra a Rahab una prostituta que tuvo el valor de esconder en su casa a dos espías Israelitas. A pesar de su condición, Rahab conocía quien era Dios (v. 9) y las maravillas que había hecho con el pueblo de Israel. Gracias al acto de misericordia que mostró hacia los espías, logró salvar su vida y la de su familia cuando Jericó fue destruida posteriormente.

Si lees la genealogía de Jesús, te darás cuenta que en su descendencia se encuentra Rahab (Mateo 1:5). ¿Cómo es posible? ¿¡Una prostituta en el árbol genealógico de Nuestro Salvador Jesús!? Así es la gracia de nuestro Dios cuando nos dejamos usar para sus propósitos. Su Palabra dice: “…y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para desvanecer lo que es”. I Corintios 1:28.

Para Dios todo es posible, siempre y cuando reconozcamos que sin Él, nada podemos hacer. En nuestro andar diario, andamos por fe y no por vista (2Corintios 5:7). Además, Dios no repara vidas, las transforma en una nueva criatura totalmente.

La estructura que sostendrá tu hogar es tu fe plenamente puesta en Dios.  Si Rahab fue capaz de salvar a su familia y ser parte de la privilegiada genealogía de nuestro Salvador, ¿por qué tú no habrías de hacerlo? No necesitas ser la Mujer Maravilla, necesitas ser una mujer que reconozca el poder de Dios actuando en su vida diariamente mediante la oración y la fe.

La fe es la apertura para que las promesas de Dios se cumplan en tu vida: “Bienaventurados los que no vieron, y creyeron”.  Juan 20:29

La fe no dice: “Da cierta cantidad de dinero y Dios restablecerá ese hogar destruido”.Luego si esa petición no es contestada, alguien te puede decir que no tuviste suficiente fe para que se cumpliera. ¿Te reembolsarían tu dinero? Claro que no, es solamente una falsa doctrina que algunas iglesias profesan. Tampoco es como algunas personas dicen: “declaramos en el nombre de Jesús que ese matrimonio será restablecido”; y si no es esa la voluntad de Dios, ¿dejarías de creerle?

En la película de Indiana Jones “El Santo Grial”, hay una escena donde Indiana tiene que cruzar un gran abismo para poder alcanzar una copa y salvar la vida de su padre. Indiana, da un paso de fe y en lugar de caer al abismo, aparece un puente que le ayuda a cruzar y alcanza la copa.Así es la fe, es andar por un camino que no tiene brecha, pero con la seguridad ciega que Dios te estará guiando.  La fe es algo interno, entre tú y Dios. Es una relación mutua que va más allá de lo que puedas ver.

Mientras tenía un tiempo a solas con Dios, leyendo, estudiando y meditando en Hebreos 11, escribí en mi libreta lo siguiente:

LA FE
La fe es algo que no se vecon los ojos,
sino con el corazón.
No es algo que puedas tocar,
pero si es algoque palparás con la certeza de que sucederá.
La fe es caminar a través de sendas invisibles
que te conducirán a las promesas de tu Creador.
La fe es un árbol que crece en el interior
y cuyo fruto verás en la eternidad al lado de Dios.

Muchos de los hombres y mujeres de la “galería de la fe” no alcanzaron a ver las promesas de Dios cumplidas en su tiempo de vida aquí en la Tierra. Sin embargo, abrazaron la fe con la certeza que serían cumplidas, y han sido de ejemplo de generación a generación.


Una amiga oraba por su esposo que la había abandonado junto a sus dos hijos. Ella comenzó a orar para que su esposo regresara a su hogar, y regresó. Luego, pedía a cuanta hermana conocía que oraran para que su esposo aceptara a Jesús como su Salvador. Gracias a sus fervientes oraciones, a su testimonio de mujer sujeta y de querer ganarlo sin palabra alguna, Dios contestó sus peticiones. Actualmente, toda su familia se reúne y sirve en nuestra Iglesia ¡Eso es tener fe!

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