lunes, 25 de abril de 2016

Como entender y prevenir las causas del Divorcio


Tomado del Libro "Los Secretos para un Matrimonio más Fuerte"
Dave Willis (Stronger Marriage)



Una de las mejores maneras de construir un matrimonio a pruebas del divorcio es entender por qué sucede el divorcio, en primer lugar. El divorcio ha afectado nuestra nación como una plaga. Luego del divorcio, hay niños desconsolados, la bancarrota, y la devastación para todos los involucrados.


Cómo Pastor, hablo con los matrimonios en crisis casi todos los días. Trágicamente, cuando toman la iniciativa de buscar la ayuda con alguien cómo yo, el esposo o la esposa usualmente siente que no hay esperanza. Usualmente puede prevenir el divorcio incluso en los casos más difíciles, pero es mucho más fácil prevenirlo cuando uno entiende los factores que causan la caída de un matrimonio.

Después de la consejería con innumerables matrimonios, creo que estos son las causas principales (o las únicas razones) porque se divorcian los matrimonios: 


1. El egoísmo

Tu esposo/a no existe para tu felicidad y si piensas que su único propósito es mejorar tu vida, ustedes dos se sentirán miserables. Cuando el egoísmo maneja tu vida, no pones a tu esposo o esposa en primer lugar, y rechazas el significado del matrimonio. El adulterio y la mayoría de los “problemas grandes” que destruyan los matrimonios usualmente son síntomas del egoísmo. 


2. La Falta de Fe

Cómo Cristiano, estoy convencido de que ningún matrimonio puede prosperar sin Jesús en el centro. Muchas estadísticas dicen que los “Cristianos” tienen la misma taza de divorcio que los no Cristianos, pero las estadísticas no dicen que cuando dos personas devotos a Cristo caminan con Él, estudian la Palabra de Dios juntos, sirven juntos en la iglesia y en la comunicad, y oran juntos casi NUNCA sucede el divorcio. 


3. Los Amigos Terribles

Los amistades fuera del matrimonio son una gran influencia buena o mala. Si los “amigos” te dicen: “¡Necesitas irte! "Mereces alguien mejor”, entonces estas personas no son verdaderos amigos. Hay que encontrar personas que te animan, que fortalecen tu fe, y que apoyan tu matrimonio. Hay que eliminar las influencias negativas. 


4. La Separación Sutil

La separación no empieza el día que el esposo o la esposa se va de la casa; empieza en los momentos pequeños cuando los esposos están en el mismo cuarto pero están en mundos distintos. No encuentres un escape en las redes sociales, o en el televisor, o mensajes de texto o en ninguna actividad que te desconecta de tu esposo/a constantemente. Sé intencional con su enlace por medio de la conversación y el toque físico, y enfócate en tu matrimonio en vez de las actividades individuales, cuando sea posible. 


5. Enfocarse en los Defectos 

Cuando te enfoques y señales los defectos de tu esposo/a, en tu corazón, fomentas la separación. Usa palabras de ánimo. Cada vez que dices la palabra “Tú” a tu esposo/a, debe seguir un cumplido, no una demanda, una corrección o un insulto. Si deseas enfocarte en los defectos de alguien, enfócate en los tuyos. Eres la única persona a la que puedes cambiar.


6. Rendirse

Vivimos en una cultura que nos enseña que podemos parar cuando algo se pone difícil. No nos gusta el compromiso. No somos leales a la misma compañía celular por más de un par de años. Ningún matrimonio dura si nos rendimos en tiempos difíciles. Seguir adelante en los tiempos difíciles es lo que define y fortalece un matrimonio. 

Si estás a punto del divorcio, la primera cosa que debes de hacer es quitar de tu vocabulario la palabra “divorcio”. Sólo es una opción si la permites, y los matrimonios fuertes no tienen estrategia de salida. ¡Confía en Dios y no te rindas! Para los hombres es imposible, aclaró Jesús, mirándolos fijamente, más para Dios todo es posible. Mateo 19:26 


Entiendo que algunos entre los lectores de este libro están considerando el divorcio. Si piensas que el divorcio es una opción para ti, te animo a pensar en esas preguntas antes de llenar los papeles: 

1. ¿He hecho todo lo posible para salvar mi matrimonio?
¿De hecho, no se puede controlar los deseos o las acciones de tu esposo/a, pero has hecho todo en tu poder de tener la esperanza? ¡Si no, escribe una lista de cosas que podrías hacer y empezar a hacerlas! Tu matrimonio siempre vale la pena salvar. 

2. ¿Confío más en mi fe o en mis sentimientos?
Los sentimientos son caprichosos y en muchos escenarios del divorcio, la gente persigue la ilusión de la felicidad en vez de confiar que el plan de Dios puede traer a totalidad, la salud y la paz. 

3. ¿Es el divorcio la opción sana o la opción egoísta? 
Creo que en algunos escenarios donde hay una historia de infidelidad o abuso físico, la única opción es el divorcio. Pero en la mayoría de los casos, el divorcio es una solución permanente a los problemas temporales. 

4. ¿Quienes son mis mayores influencias ahora? 
Cuando estás en estado frágil de avería matrimonial, tu red de apoyo es importante, y ellos tendrán influencia enorme en tus decisiones. Necesitas gente que te amen lo suficiente para compartir la verdad, el animo y apoyo basado en la Palabra de Dios, no en sus propias opiniones superficiales. 

5. ¿Qué aprenderán mis hijos si me divorcio? 
Jamás existe un escenario donde el divorcio no devaste a los niños involucrados. Su fe y su seguridad muchas veces están rotas y las consecuencias perduran por décadas. Entiendo porque constantemente veo las consecuencias. Si dejas a tu esposo/a si te vas con otro/a, en términos de carácter, no es muy diferente que dejar a tus hijos en un orfanato y cambiarlos por otros niños más guapos o respetuosos

6. ¿Estoy dispuesto/a a permanecer soltero/a toda la vida? 
Si la respuesta es “no,” tu motivación de divorcio es poco saludable. Si el divorcio es una oportunidad de tener muchas relaciones o de encontrar a alguien que te aprecie mejor y hacer todo que no hace tu esposo/a, necesitas quedarte y arreglar tu matrimonio. ¡Si la grama del vecino es más verde, no necesitas mudarte; necesitas quedarte en casa y regar la grama! 


No importa que tan difícil es la vida ahora, siempre hay esperanza. Estoy bien convencido que Dios puede arreglar todo y que cada matrimonio puede perdurar. No pierdas la esperanza. 

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