martes, 20 de mayo de 2014

Forjando Identidad en Nuestros Hijos







Los niños son como esponjitas pueden llegar a absorber todo lo bueno o lo malo que ven y escuchan de sus padres. Tengo tres niños en edades escolares. A la niña le gusta mucho la parte artística y es muy buena pintando, su hermano que le sigue es muy aplicado y tiene excelentes promedios en la escuela, el menor es un apasionado del futbol probablemente tendrá destrezas para los deportes.


Resulta muy fácil que los niños encuentren su identidad envuelta en valores externos, tales como lo que hacen, como lucen o cómo se comportan porque a menudo es lo que nosotros como padres o sus profesores de escuela alabamos. Aplaudimos si son lindos y hacen cosas graciosas, si meten goles o si se esfuerzan por ganar una medalla al final del año escolar, por ejemplo.


El año pasado mi hijo saco por segundo año consecutivo excelencia académica y la mejor amiga de mi hija también. Mi hija se sentía un poco bajada por no haber conseguido una, con mi esposo hablamos con ella, y la alentamos (no le exigimos) que si deseaba obtener una medalla debía esforzarse más, en lo que va de este año sus promedios han mejorado considerablemente.


¿Qué hubiera pasado si le hubiéramos exigido que mejorara sus promedios? Probablemente, la hubiéramos bloqueado y frustrado con nuestras demandas.


¿Qué pasa con los niños que no son lindos, ni entretenidos, que no destacan en la escuela ni en ningún deporte? Seguramente, se sentirán rechazados, ignorados, mediocres, serán blanco perfecto para el bullying de sus amigos. ¿Por qué?  Porque si no son alentados por sus padres a quienes les deberían de importar, quien más lo hará.


No hagamos comparaciones entre nuestros hijos, no tengamos preferencia por alguno de ellos. Eso solo acarreara discordia y odio entre hermanos. ¿Te acuerdas lo que le sucedió a José por ser el hijo favorito de su padre? Provoco que sus hermanos le tuvieran envidia al grado que lo vendieron como esclavo y le mintieron a su padre al decirle que había muerto.


Dios no nos ama más o menos por la forma como desempeñamos los dones o talentos que Él nos dio, a todos nos ama por igual, con nuestras fortalezas y debilidades. En El somos aceptados y amados incondicionalmente. Tenemos una identidad que no puede ser cambiada:


“Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable”. 1 Pedro 2:9


Esa misma identidad que Él nos dio, es la que debemos transmitir a nuestros hijos, no la que nosotras deseamos programar en ellos. Si deseamos ayudar a que ellos se den cuenta de su verdadera identidad y aceptación en Cristo, debemos comenzar aplicándolo en nuestra propia vida.

lunes, 12 de mayo de 2014

El Clamor de una Madre



El guarda los pies de sus santos… porque nadie será fuerte por su propia fuerza.  1 Samuel 2:9


La Biblia nos relata a través de diferentes historias como Dios ha mostrado su misericordia en la vida de aquellas madres angustiadas que claman por Su ayuda. Un ejemplo de ello, lo encontramos en Ana la madre del profeta Samuel, que en su ferviente deseo de ser madre derramó ante Dios toda la amargura que había en su corazón para obtener el deseo que tenía que era tener un hijo. En medio de su esterilidad, Dios le concedió su petición, y no solo eso, ya que tuvo tres hijos y dos hijas más a parte de Samuel.


Pero, ¿Que sucede cuando la felicidad y la tranquilidad del hogar se ven interrumpidos por la enfermedad de uno de los hijos que Dios nos concedió? ¿Cómo se enfrenta tan dura prueba?


Patricia Wainwright y Miguel Mendoza llevan diecisiete años de feliz matrimonio, juntos han procreado a tres hermosas princesas Rebeca (14), Maya (8) y Valeria (3). Todo comenzó el 7 de noviembre del año recién pasado en lo que parecía una visita rutinaria al pediatra de Valeria por una tos, el doctor al examinarla detectó que tenía una masa en su abdomen y la misma no se miraba porque había crecido hacia adentro. Por lo que fue necesario practicarle un ultrasonido y varios análisis de sangre. Al principio sospechaban que era Leucemia, pero hasta que revisaron los exámenes en el hospital, se dieron cuenta que tenía cáncer.


Con su esposo se pusieron a orar y la entregaron a Dios, le pidieron que ella no sufriera, que les diera fortaleza, que les ayudara a abrir puertas, que proveyera todo lo necesario para salir de esta dolorosa situación y hasta hoy Dios ha sido fiel con sus peticiones.


Paty, en su dolor se sentía muy enojada con Dios, casi no dormía ni comía; para ella fue algo horrible, le preguntada a Dios una y otra vez: ¿por qué, por qué ella? Si Él me la había concedido cuando no la esperaba ¿por qué era tan cruel?


¿Qué sentiste Paty cuando a las pocas semanas de tan duro diagnóstico, comienzan a practicarle a Valeria su primer quimio?

Sabía que estaba envenenando a mi hija y que ese tratamiento podía causarle hasta la muerte. Me sentía totalmente cegada por el dolor y la rabia, no podía ver ni escuchar a Dios. Las personas me decían que Dios tenía un propósito, y yo les respondía que Él era cruel, qué necesidad tenía de hacer que una niña pasara por eso para hacer cumplir algo o para glorificarse. Estaba tan dolida que no podía ver a Dios actuando a nuestro favor en medio de lo que estábamos pasando.


Una amiga me dijo que ya dejara de preguntarle a Dios el ¿por qué? Y que comenzará a agradecerle, ella fue como una luz en medio de la oscuridad. Al llegar la segunda quimio comencé a darle gracias a Dios porque aunque no lo sentía, sabía que Él estaba con nosotras. Comencé a agradecerle por el transporte, por los medicamentos, por los doctores, por la tos que tuvo Valeria que fue la que sirvió para que nos diéramos cuenta de su enfermedad, tenía tanto que agradecerle.


El agradecimiento fue la llave que para mí abrió el camino hacia la reconciliación y restauración con Dios.


¿Qué sucedió cuando a pocas semanas de Navidad, le fue practicada una cirugía a Valeria para poder dictaminar el tipo de cáncer que padece?

Fue otro momento duro y difícil, la entregamos nuevamente en manos de Dios confiando que Él tendría el control de todo. A esta altura yo ya no sabía que hacer y solo clamaba a Dios por un milagro, que el tumor no se rompiera durante la cirugía porque contaminaría todo el abdomen con células cancerígenas. Nuevamente Dios nos mostró su cuidado, poder y misericordia la cirugía había sido un éxito después de cuatro horas angustiantes, Valeria estaba fuera de peligro.


El primer diagnóstico fue tumor de Wilms un tipo de cáncer con buen pronóstico en niños pequeños, la quimio sería suave, ambulatoria y duraría 18 semanas aproximadamente. Pero en la víspera del 24, la doctora nos comentó que al ver el resultado de la biopsia algo no concordaba con el diagnóstico inicial por lo cual decidió enviar los resultados al Hospital Saint Jude en Estados Unidos. Debíamos esperar dos semanas para la confirmación del diagnóstico o prepararnos para recibir otra noticia peor. Así que pasamos Navidad y Año Nuevo orando por el resultado, pidiéndole a Dios que tuviera el control de todo.


A inicios de este año nos dieron el resultado, era Sarcoma Renal de células claras de riñón, un tipo de cáncer raro e inusual, para el que las quimios son agresivas y duran 24 semanas. A partir de allí, comenzamos de cero, las quimios anteriores que eran solo seis no contaban. Nuestros corazones estaban contritos y desolados, con mi esposo clamábamos a Dios orando con el Salmo 34:18


“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu”.


Llegaron otros exámenes para descartar si había metástasis en su cerebro, el cual salió negativo. Lloramos agradeciéndole a Dios por este resultado, fue un gozo increíble, creo que ni así nos hubiéramos ganado la lotería nos habríamos sentido tan felices. Le practicaron otro examen para descartar metástasis en sus huesos, también salió negativo. Agradecimos a Dios porque nos llevó a descubrir esta enfermedad antes que se propagara a sus otros órganos y ahora solo es cuestión de practicarle las quimios.


En febrero después de su primera alta dosis de quimio estuvo grave, descompensada totalmente y creíamos que se nos iba a morir. Sufrimos horrible tuvieron que transfundirle sangre porque su hemoglobina estaba en seis. Sentía un miedo espantoso, un dolor en la espalda y en estomago que no me dejaba respirar, pero la fuerza para seguir la encontré solamente de Dios.


“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador…” 
Isaías 43:3-4


¿En estos momentos como está tu corazón Paty?
Estoy orando por mi milagro Bessy, así como el milagro de “El aceite de la Viuda” en 2 Reyes (4:1-7), este milagro involucra varios aspectos: Humildad para pedir ayuda a Eliseo, honestidad para decir que en su casa solo tenía una vasija de aceite, obediencia para ir y hacer lo que Eliseo le dijo. Este milagro fue completo y abundante porque hasta que no hubo más vasijas ceso el aceite, pudo pagar a sus acreedores y con lo que sobro pudo subsistir con sus hijos.


Así le pido mi milagro a Dios una vida plena para Valeria, que ella pueda tener una vida normal (estudiar, tener hijos, un hogar) sin recaídas y sin hospitales, que la atadura del cáncer sea rota y no exista más esta enfermedad en mi familia. Mi papá murió de cáncer en 1995 y mi mamá lucho con cáncer de mama en el 2012. Quiero que el milagro que le pido a Dios sea completo y abundante.



Gracias Paty por abrirme tu corazón y permitirme compartir tu testimonio con otras madres. Me has ayudado a ver que mis problemas no son nada en comparación con el sufrimiento de una madre. Deseo que Dios conceda las peticiones de tu corazón y te de la fortaleza necesaria para seguir adelante con tu familia.

domingo, 11 de mayo de 2014

El Milagro de la Maternidad, II Parte



¿Por qué decidieron intentarlo una vez más?
Después de la muerte de Jonatan quede muy enojada y con muchos temores, habíamos decidido con mi esposo ya no seguir intentándolo y que me operaría para no volver a salir embarazada. Esperamos que pasara el tiempo y que bajara nuestro dolor, volvimos a hablar al respecto, pedimos consejo para buscar la dirección de Dios.


Muchas personas nos decían que ya no lo intentáramos, que por qué no adoptábamos un niño si tanto era nuestro deseo de un hijo, pero otras personas oraban por nosotros y nos decían que Dios iba a darnos ese bebe que deseábamos y decidimos volver a intentarlo.


En el intento por salir de nuevo embarazada la doctora me mando a hacer los exámenes de Toxoplasmosis (que es la condición que padezco) y estaba positiva, por lo que no podía salir embarazada porque sería aborto seguro. Primero debía tomar el tratamiento para desactivarla y luego iniciaríamos el proceso para salir embarazada, caí en depresión, no quería tomar ningún tratamiento, pero ya tenía cinco semanas de embarazo.


Alma mía, en Dios solamente reposa, porque de Él es mi esperanza.
El solamente es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré.
En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.
 Salmos 62:5-7


¿Durante el embarazo como estaba tu corazón y el de tu esposo?
Estábamos temerosos y contentos a la vez, a pesar de las circunstancias confiábamos en Dios, en que Él iba a hacer Su voluntad en nosotros.


¿Cómo te sentiste cuando nació Abigail y cómo ha sido tu vida después de ella?
Tenía sentimientos encontrados, sentía mucha alegría y a la vez mucho temor e incredulidad, pero Dios en su amor y misericordia nos mostró que Él tenía el control y que el seguiría cuidando a Abi como lo había hecho desde el principio.


Abigail significa “Padre de alegría o Alegría del Padre, mujer de gozo o fuente de alegría”. Nació el 13 de Marzo del 2013, peso 5 libras y 12 onzas. Fue necesario que me inyectaran el anticuagulante en el vientre doscientas cuarenta veces.


Pasaron trece años para ver este milagro en nuestras vidas, ahora que la tengo sé que es una gran bendición ser madre. Es un amor tan grande que no lo puedo explicar, es lindo saber que ella está con nosotros, es un pedacito de cielo que Dios nos dio.


Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
 estoy maravillado y mi alma lo sabe muy bien.
No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado,
y entretejido en lo más profundo de la tierra. Salmos 139:13-15

¿Danelia, qué consejo le darías a otras mujeres que tienen el anhelo de ser madres pero que sus cuerpos no responden de la forma como deberían?


Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en Él se refugian.
Teman ustedes sus santos, pues nada les falta a los que le temen. Salmos 34:8-9


Que en medio de nuestra incredulidad Dios hace grandes cosas en nuestras vidas, que no se desanimen, que continúen orando y creyendo que Dios les va a conceder los deseos de su corazón conforme a su voluntad. Él lo hizo en mi vida, fueron trece años de espera, de pruebas, de sufrimiento y paciencia. Él también puede hacerlo en tu vida ¿lo crees?, al que cree todo le es posible.


Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. Marcos 9:23



viernes, 9 de mayo de 2014

El Milagro de la Maternidad, I Parte



La maternidad es un milagro que Dios hace en la vida de la mujer, el Salmista decía:


Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre.
Salmos 139:13


Las mujeres somos un instrumento de Dios que da vida a nuevos seres. El convertirnos en madres es un momento que anhelamos desde nuestra niñez cuando jugamos a ser la mamá de nuestras muñecas. Pero, ¿qué sucede cuando ese momento tan esperado en el matrimonio no llega o se sufre la perdida no de uno ni dos, si no de cinco bebes en gestación? ¿Cómo se enfrentan y se superan las pruebas en medio de tan grande dolor?


Danelia Rodríguez está felizmente casada con Carlos Daniel desde hace catorce años. Después de muchos análisis médicos, se llegó a la conclusión que ella padece el Síndrome de Anticuerpos Antifofoliticos y además tiene ovarios poliquísticos. Este estado provoca una susceptibilidad en la formación de coágulos intravasculares (trombosis) tanto en las arterias como en las venas. Durante el embarazo puede provocar abortos espontáneos, muerte fetal, partos pretérminos o preclamsia severa.


Está situación provocó que Danelia tuviera tres abortos espontáneos. Un aborto utópico, él bebe se estaba formando en una de las Trompas de Falopio, por lo que fue necesario practicarle una cesárea para extraerlo y quitar parte de la trompa donde él bebe ser había alojado porque estaba dañada.


Aun así, Danelia y Carlos deciden intentarlo por cuarta vez. Ella es sometida a un riguroso tratamiento que consistía en inyecciones diarias de Clexane que es un anticoagulante. Al principio tuvo síntomas de aborto y tuvo que guardar reposo los primeros meses.


Todo parecía ir bien con Jonatan Daniel formándose en su vientre, pero la muerte seguida casi con un mes de diferencia de los abuelos de Danelia afectó su estado anímico y empezó a bajarse su presión, luego una subida repentina le provocó preclamsia, que ocasionó la muerte por un paro del bebe a las treinta y un semanas de gestación.


.. Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito. Job 1:21


¿Cómo fue tu reacción Danelia hacia Dios?
Estuve sin reaccionar como tres días, no podía entender lo que estaba pasando, Jonatan estuvo seis días muerto en mi vientre y no podían practicarme una cesárea porque podía contaminar mi cuerpo. Recuerdo que me fui a uno de los baños del hospital, me arrodillé, comencé a llorar hasta que ya no tenía lágrimas, le di gracias a Dios y le pedí que por favor me sacara de esa situación porque estaba atribulada, lo necesitaba y Él lo hizo. Me aferre al siguiente verso:


No temas, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.
Isaías 41:10



Luego, me dieron una pastilla para poder abortar al bebe y lo pude expulsar. No permitieron ni siquiera que lo tocara tan solo pude ver su cuerpecito frente a mí. Fue un momento muy doloroso.


SIGUE LA SEGUNDA PARTE...

lunes, 5 de mayo de 2014

Cuando la Maternidad es Difícil y Nadie lo Ve



"Y la halló el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto...Y le dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿dé dónde vienes tú, y a dónde vas?... Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción... Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tu eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? Génesis 16:7-13


La mañana te sorprendió sin haber casi dormido durante la noche porque el bebe no te dejo dormir. Vas a la cocina a preparar los desayunos y las meriendas de los niños que pronto se irán a la escuela. Todos salen apresurados y a penas se despiden de ti, dejando tras de si la imagen de que un pequeño vendaval ha pasado.


¿Es qué nadie ve el desorden que dejaron? ¿Es qué ninguno sabe que apenas dormí? Tratas de darte un baño, mientras el llanto desesperante de un bebe hambriento de saca carrera... lo cambias y lo besas, aunque consume mucha de tu energía lo adoras.


Te miras al espejo, eres un desastre. ¿Hace cuánto no vas al salón? No hay tiempo. Los niños necesitan que les ayude con las tareas, hay comidas que preparar, no hay quien cuide al bebe y él aun no toma biberón, tengo mucha ropa que lavar y una casa que ordenar.


¿Es qué nadie lo ve? ¿Es qué nadie lo sabe? Soy mamá, y eso implica ser maestra, cocinera, enfermera, chófer, ama de casa, amante esposa, amiga, compañera... Es tan extenuante a veces, ¿es qué nadie lo ve?


Una voz susurra a tu oído... "Yo si te veo". 

Preguntas: ¿Dónde estás, quién eres?

La voz contesta: "Yo soy el Dios de Ismael (Dios oye) el hijo de Agar sierva de Sara. Te veo mientras duermes al bebe, mientras haces tareas con los niños y atiendes a tu esposo. Yo si veo tu trabajo y tu esfuerzo, yo te delegue la tarea de ser la madre de mis hijos y la ayuda-idónea del hombre que te di por esposo. Ellos te necesitan. Ven a mi y descansa, no te condenes por no ser perfecta, Yo te perfecciono y cada día hago de ti una mejor esposa y madre".


Queridas amigas, muchas veces hemos experimentado en nuestras vidas el relato anterior. Hemos estado haciendo el trabajo duro, sucio y tedioso que no es remunerado ni reconocido porque a simple vista no se ve, pero nuestro trabajo es el más importante del mundo, nuestra vocación es invaluable estamos criando a una generación, nuestro trabajo es sagrado porque Dios si lo ve y en El está nuestra recompensa.


Dios ve cuando nos sentamos y nos levantamos. El percibe nuestros pensamientos desde lejos. El discierne nuestro andar y nuestro reposo. El conoce todos nuestros caminos (Salmos 139: 1-3). Dios nos ve.


La maternidad es un llamado de servir a Dios, es una muerte diaria a nuestro "yo" para poder atender las necesidades de los hijos que El nos delego. Algunas veces lo hacemos bien y otras veces lo hacemos mal, pero Dios en Su infinita gracia nos perfecciona para hacerlo y dar lo mejor siempre.



"Tu mayor contribución al reino de Dios podría no ser algo que haces, pero si alguien que levantas". --Andy Stanley