Hace algunos días, conversaba con una joven amiga que me mencionó ese término "coqueteo santo". Me causó algo de risa y le pregunté: ¿Qué significa? Me dijo que era una frase que unos jóvenes de la iglesia habían inventado para referirse a hermanas en la fe, que sirven, para atraer la atención de otros hermanos y las consideren para el matrimonio.
Me llamó mucho la atención, porque es algo que he observado en algunas jóvenes (no pretendo generalizar ni ofender) que sirven en la Iglesia o cuidan los hogares de los matrimonios no con una intención genuina de agradar a Dios o servir a los hermanos.
Otra joven hermana, cuando le pedí su opinión al respecto, me mencionó el siguiente verso:
Y si alguno edifica sobre este fundamento, y pone oro, plata, piedras preciosas, madera, heno y hojarasca, su obra podrá verse claramente, el día la pondrá al descubierto y la obra de cada uno, sea la que sea, será revelada y probada por el fuego. 1 Corintios 3: 12-13
Podemos adornar muy bonitas nuestras obras, para atraer la atención o la admiración de otros, pero cuando Dios las pruebe, se convertirán en nada, no tendrán ningún valor ante sus ojos. El servicio a Dios o a los santos, no es algo que se deba usar como plataforma para lograr un fin.
"El cristiano tiene garantizada la salvación, que en esto no haya duda, Jesús en Su muerte nos perdonó y nos garantiza la vida eterna, pero en el trascurso de nuestras vidas después de ser salvos por Jesús, nuestras obras cuentan para la eternidad. Debemos pensar, buscar y hacer todo aquello que de honra a Dios, todo lo que hacemos va pasar por fuego es decir será juzgado, si nuestra motivación no fue la honra de Dios será destruido, pero si fue buscar Su gloria las obras serán galardonadas.
Creyentes nos perdamos el tiempo buscando nuestra gloria, no perdamos el tiempo sin hacer nada. Incluso lo que no hagamos será pasado por fuego. Si sabemos que es bueno y no lo hacemos se nos cuenta como pecado es decir perderemos galardones para dárselos a Dios".- Pastor Edwin Larios
Un buen amigo deseaba tanto casarse, era un buen hermano y diácono. Pienso, que no entendió el plan de Dios para su vida. Había considerado a hermanas para iniciar una relación y fue rechazado en cuatro ocasiones. Probablemente, el plan de Dios era que permaneciera solo, se apresuró a tomar por esposa a una hermana que recién se reunía en la Iglesia. Al inicio, todo parecía bien, hasta que a ella no le pareció el grupo de crecimiento y el tuvo que dejar de ser diácono (porque no contaba con su apoyo ni aprobación). Luego a ella, no le pareció la Iglesia ni el lugar donde él trabajaba ni el lugar donde vivían. Finalmente, ambos se fueron de la Iglesia y terminaron viviendo en otra ciudad. El no volvió a servir a Dios porque ella se volvió su prioridad.
El "coqueteo santo" puede llevarte a cometer errores que pueden desviarte del Camino y del propósito que Dios tiene para tu vida o puedes ser de estorbo para el hombre que elegiste como esposo.
A continuación leerás un fragmento de un artículo de Shalom Pearl Brand (hija de Michael y Debi Pearl", el cual se llama "¿Dónde están los hombres cuando necesitas uno?" (Where are the Men when you need one?
"Hay mujeres jóvenes caminando con Dios, entrenadas desde la niñez para servir a Dios para que el día de mañana, ellas lleguen en lo posible, a ser las mejores esposas y madres. Ellas están listas, entrenadas, y esperando porque su hombre las encuentre, pero los hombres no están encontrándolas.
¿Por qué?
Estas jóvenes son llamadas a esperar: "El te encontrará... Quédate en casa y ayuda a mamá con los chicos... Un día el hombre perfecto vendrá". Pero, el no llega y las chicas comienzan a frustrarse, y a veces a impacientarse. Yo escuchó todas las veces, ¿dónde están los hombres cuando necesitas uno?"
Me sentí identificada en algo; cuando una joven me pide consejo sobre la presión que siente de no quedarse soltera y comenzar a coquetear o tener una relación de noviazgo fuera del matrimonio, todo cuanto pudo decirle es: "Espera en el Señor", "Ten paciencia, no hagas algo de lo que te arrepentirás". Es difícil controlar un corazón emocionado y desesperado por conseguir alguien que lo ame románticamente.
"Si las hermanas no aman y permanecen en la Palabra de Dios, les será imposible ganar la batalla de las emociones. Sufrirán y les ira muy mal, y esto tiene consecuencias eternas".- Camila Zepeda
Examina tú corazón y hazte las siguientes preguntas:
¿Cuál es tú intención al momento de servir en la Iglesia, agradarle al hermano que te gusta o agradarle a Dios?
¿Te estás dejando controlar por tus emociones o estás permitiendo que Dios controle tu vida?
¿Te preocupa quedarte sola, viendo como otras de tus amigas se casan?
¿Deseas que tus obras se vuelvan cenizas cuando Dios las juzgue o deseas honrarlo con tu servicio?
Seguramente, pensarás en Rut la moabita. ¿cómo Dios permitió que le coqueteara a Booz? Pero, lamento informarte que ella, es la única excepción de la regla. Y Dios nos dejó su historia para que supiéramos cómo Su amor por nosotras nos redime y nos restaura. Además, ella mucho antes de conocer a Booz, había decidido servir a Dios (Rut 1:16). Tenía un buen testimonio ante el pueblo de mujer virtuosa (Rut 3:11).
"También hay diferencia entre la mujer casada y la joven soltera. La joven soltera se preocupa de servir al Señor y de ser santa, tanto en cuerpo como en espíritu. Pero la mujer casada se preocupa de las cosas del mundo, y de cómo agradar a su esposo". 1 Corintios 7:34
Recuerda, que nuestro cuerpo es templo y morada del Espíritu de Dios. No permitas que un joven lo profane con besos y caricias. La mejor forma que puedes resistirte a esa tentación es sirviendo al Señor con un corazón genuino, consérvate pura y santa para Él, no te dejes llevar por tus emociones, ni por la ridícula frase: "Haz lo que tú corazón te dicte". El corazón es perverso y malo, no puede llevarte a ningún lado bueno si lo sigues.
El coqueteo no tiene nada de santo, todo lo contrario, proviene de los deseos de la carne. Disfruta tú soltería, mantén tu mente ocupada haciendo las cosas que a Dios le agradan, espera en su voluntad.
Excelente artículo.... Gracias! Dios te siga usando!
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