Tomado de Shepherd Press
El amor no se irrita
Los arrebatos de ira se dan fácilmente, pero no son son amorosos. Si nos enojamos fácilmente, ya sea interna o externamente, algo más que el amor está dominando. Santiago, lo señala en forma práctica - se rápido para escuchar, tardo para hablar y lento para enojarse. Su razonamiento para esto es claro: "porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios" (Santiago 1:19-20). Nuestro enojo puede motivar a nuestros hijos a hacer lo que queramos, pero no va a producir lo que Dios quiere, y vamos a encontrar que lo que queremos no es tan deseable como pensábamos.
El amor no guarda rencor
No guarda constancia alguna de los errores. El mantener una lista de los errores, es lo contrario del pensamiento centrado en el Evangelio, sin embargo, es tan facil mantener una lista de este tipo. En realidad, cada oportunidad para la disciplina es una nueva oportunidad de llamar a nuestros hijos a confiar en Dios. Mantener una lista de los errores es diferente de ser consciente de los patrones en curso de la desobediencia. No te olvides que nuestros hijos, también nos ven luchar repetidamente con áreas en las que ellos se quedan cortos. Constantemente, decimos: "Cuántas veces te he dicho que no hagas eso"; se halla en el lado de mantener un registro de errores, y no es amar. En lugar de ello, espera la norma de la justicia. "Recuerda siempre, "¿cómo quiere Dios que responda? Entiendo que es difícil. Pero, compasivamente recordando a nuestros hijos que la batalla es contra las obras de la carne (Gal. 5:19-21) y apuntando a su necesidad de Cristo cuando las acciones pecaminosas reaparezcan. Pongamos las cosas en una perspectiva positiva y amorosa.
El amor no goza de la injusticia, mas se goza de la verdad
Fiel a la instrucción y la corrección puede fácilmente ser incomprendido. Esto es particularmente cierto en el caso cuando la autoridad parental es ejercida. Cuando corregimos a nuestros hijos, y les queda la impresión de que estás deleitando en su fracaso. Un niño puede pensar que el único propósito de los padres es para deleitarse en decirles lo equivocados que están. Aquí es donde tienes que ver en su mundo infantil a través de sus ojos. Es importante que en el proceso de corrección, tus palabras deben seguir la dirección del Espíritu y ser agradables (Proverbios 16:20-24). No tienes la opción de dejar de disciplinarlos, pero tienes la opción de disciplinar con amor y alegría en la verdad de Dios.
El amor siempre protege...
Hay cuatro poderosos amonestaciones en el versículo 7 de este capítulo. Proporcionar estímulo bíblico y dirección a nuestros hijos es protección para ellos. Todos nosotros respondemos bien a situaciones en las que estamos protegidos, de confianza, abrazados con la esperanza, y donde el compromiso personal con nosotros es duradero. Y esto es exactamente lo que el Espíritu Santo dice que es el amor:
El amor todo lo sufre,
El amor todo lo cree,
El amor todo lo espera,
El amor todo lo soporta.
Esto crea el entorno en el que nuestros hijos florecerán. Estas cuatro directivas disponen el clima poderosamente a presentar el Evangelio a nuestros hijos. Estos versos nos recuerda que no podemos ser los padres de la Biblia en nuestra propia fuerza - debemos tener el poder de Cristo para llevarlo a cabo.