sábado, 13 de junio de 2015

Tres formas de hacer efectiva la sabiduría




Aquí hay tres formas que van de la mano con la presentación de la sabiduría como una bendición:

En primer lugar, escuchar antes de hablar.



Para ser un buen oidor debemos ser capaces de repetir las palabras que se escucha de nuevo al orador de tal manera que se puede afirmar que usted realmente ha entendido lo que se ha dicho. Que no siempre tienen que estar de acuerdo, pero siempre debes entender. Esto demuestra el respeto.


Responder rápidamente, sin la plena comprensión de la intención de las palabras que se oye, muestra una falta de respeto e interés por los demás y, según proverbios, es vergonzoso comportamiento.

"Al que responde palabra antes de oír,Le es fatuidad y oprobio". Proverbios 18:13


Segundo: Utiliza un lenguaje que sea agradable y amable.

Frases fuera de tono y/o respuestas sarcásticas no construyen relaciones.

La lengua afilada con sarcasmo indica que están empujando a su propia agenda, en lugar de hacia Dios. Debemos ser agradables, incluso cuando debemos ser firmes con lo que estamos diciendo, es lo que se necesita para el crecimiento. Lenguaje áspero revela la auto-justicia.

"El sabio de corazón es llamado prudente,Y la dulzura de labios aumenta el saber". Proverbios 16:21


Tercero: Cuidado con la ira.

La ira y la sabiduría no son compatibles. La ira debe ser la excepción, no la norma.

La ira no es la herramienta que construye una relación. La ira pone el énfasis en el problema que debemos abordar. El enfoque debe estar en agradar a Dios a través de nuestras palabras. El versículo 20 de Santiago 1 revela las intenciones de hay en nuestro corazón. La ira del hombre no promueve a Dios, sino en el hombre. No excusemos la ira porque creemos que los demás se lo merecen. La ira se manejar las personas cercanas a ti lejos de ti.


"Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios." Santiago 1:19-20



Escuchemos antes de hablar.

Utilicemos un lenguaje que es agradable y amable.

Cuidémonos de actuar con la ira.


Estos tres principios nos ayudarán a desarrollar relaciones que va a ser una bendición para todos aquellos que nos escuchan.

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