martes, 30 de junio de 2015

Estar en forma



Compartido por el Pastor Gustavo Zepeda


¿Para que Dios me hizo este cuerpo?

¿CÓMO ESTAR EN FORMA?


1. Crea que Dios hizo su cuerpo.

No tengo porque murmurar o quejarme de la forma como Él me hizo.
Los medios publicitarios, nos hacen ver como que no somos formidables.
Salmos 139:13-16: Porque tú formaste mis entrañas; Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras. Estoy maravillado, Y mi alma lo sabe muy bien. No fue encubierto de ti mi cuerpo, bien que en oculto fui formado, y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas.

2. Crea que su cuerpo es propiedad de Dios.

Por lo tanto, debo administrarlo bien, porque no me pertenece.


3. Crea que su cuerpo es temporal.

No es para siempre, un día perecerá. Pero Dios nos ha prometido transformarlo en un cuerpo glorioso.

2 Corintios 5:1-2: Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos. Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial...

Filipenses 3:20-21: Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.


4. No olvide que este cuerpo se deteriora.

El problema es que por cuidar lo de afuera me deterioro por dentro.

2 Corintios 4:16 (PDT): Por eso, no nos damos por vencidos. Es cierto que nuestro cuerpo se envejece y se debilita, pero dentro de nosotros nuestro espíritu se renueva y fortalece cada día. 


LA TENTACIÓN ALREDEDOR: "EL CULTO AL CUERPO"

"La generación del espejo"

Las personas llegan a sentirse mejor con sus alteraciones más que con Dios. Ejemplos: Pasar consultando las calorías de los alimentos, hacer dietas, comidas saludables, hacer yoga, pasar tomando Tes reductores, comida light, medicina natural o vegetal, convertirse en veganos, cirugías plásticas, alimentos orgánicos, modas fit, etc.

Todo esto, produce un menosprecio a la vejez o a verse feo o gordo. Pueden llegar a causar un daño físico y/o espiritual.


Pero, ¿Qué tiene de malo?
Se convierte en una adicción, en una obsesión que se vuelve idolatría y culto a nuestro cuerpo.

Crea enfermedades como: La anorexia, vigorexia, potomanía, permanexía, bulumía, ortorexía, Oscarexia...


¿Es malo querer adelgazar?
No necesariamente si es por salud, pero si es algo mas que eso sí, por ello hay que saber tener un balance.


¿PARA QUÉ ESTAR EN FORMA?

1. Este cuerpo es para SUS planes.
No es para verme mejor, para llamar la atención o mejorar la apariencia.

1 Corintios 6:19-20: ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.

Debo cuidar mi cuerpo para honrar a Dios no a mi misma.


2. Vea el deterioro del cuerpo con otra actitud.
Ser viejo no es un rótulo de vergüenza, es una corona de honra.

Proverbios 16: 31: Llegar a viejo es una honra; las canas son la corona...
Isaías 46:4:  Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré.
Colosenses 1:29: para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí.
Juan 11:4: Oyéndolo Jesús, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella.

Dios debe tener honra aún en medio de nuestras enfermedades. Disfrutemos cada etapa de nuestro cuerpo.

2 Corintios 5:10: Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.


RETO: TENGA SU CUERPO EN FORMA PARA DESGASTARSE PARA DIOS.

sábado, 27 de junio de 2015

El daño que causa una fe fingida en tus hijos




"...trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también".


Una fe fingida, es cuando reaccionamos con algo o mucho de hipocresía en la forma como actuamos. Por ejemplo: Le dices a tus hijos que no deben pelear y luego discutes con tu esposo. Le dices a tus hijos que Dios está en control cuando ha tenido un mal día en la escuela y luego te enojas o estás abatida con las circunstancias de la vida. Le dices a tus hijos que deben buscar a Dios primero, y luego te absorben los quehaceres del día y te olvidaste de buscarlo.


Qué puedes hacer?


Los niños son una esponjitas, pueden absorber todo lo bueno o todo lo malo que te vean hacer o no hacer, no puedes enseñarles a los niños una fe fingida, si antes tú no has salido bien librada de tus luchas diarias. 


Tienes una opción. Puedes llevar a tus hijos hacia la gracia de la palabra de Dios, mostrarles al Dios misericordioso y bondadoso que le ayudará a ponerse de pie cuando falle. La fe fingida es a menudo impulsada por un deseo erróneo de resultados rápidos. Sin embargo, el fruto del Espíritu, no es producido de la noche a la mañana.


Un profesor que tuve en secundaria, solía decir un refrán "hazlo como lo digo, no como lo hago". No puedes obligar a tus hijos que tengan una buena relación con Dios, si tú no las tienes (además Dios no nos obliga a que lo busquemos o que lo obedezcamos). Dicho de otra manera, debes predicar con el ejemplo, sino tendrás varios desertores de la fe durante la adolescencia.


Tu objetivo debe ser mucho más que el respeto hacia el exterior. Si el cumplimiento es todo lo que busco, entonces, un día puedes ser sorprendida por un adolescente enojado o frustrado que ni amarrado querrá ir a la Iglesia mucho menos querrá escucharte hablar de Dios. Eso es el resultado de una fe fingida, llena de hipocresía y cumplidos nada más.


Si has estado actuando de está manera, busca el perdón, primero de Dios y luego de tus hijos (expresalo sinceramente), usa palabras agradables, habla la verdad sazonada con sal y amor. Ayúdales a ver que tú también estás involucrada en las mismas batallas que ellos encaran. Anima a tus hijos para luchar contra estas batallas con una fe fortalecida a la luz de Palabra y la oración genuina.


Lidiar con las batallas y fortalecer nuestra fe toma tiempo. Lidiar con los problemas del corazón te permite abordar tus propias luchas con tus hijos y disminuye grandemente, el riesgo de la hipocresía. El buscar resultados rápidos y cumplidos externos, son una mala utilización de la autoridad. Esto no va a construir relaciones. Esto lo que va a causar es ser vista como una hipócrita.


Dios quiere usarte de maneras prodigiosas en la vida de tus hijos, busca la motivación y apóyate en el Evangelio de la gracia para poder criar sanamente a Tus hijos. No finjas le fe, fortalecete en el Señor cada día.



sábado, 13 de junio de 2015

Tres formas de hacer efectiva la sabiduría




Aquí hay tres formas que van de la mano con la presentación de la sabiduría como una bendición:

En primer lugar, escuchar antes de hablar.



Para ser un buen oidor debemos ser capaces de repetir las palabras que se escucha de nuevo al orador de tal manera que se puede afirmar que usted realmente ha entendido lo que se ha dicho. Que no siempre tienen que estar de acuerdo, pero siempre debes entender. Esto demuestra el respeto.


Responder rápidamente, sin la plena comprensión de la intención de las palabras que se oye, muestra una falta de respeto e interés por los demás y, según proverbios, es vergonzoso comportamiento.

"Al que responde palabra antes de oír,Le es fatuidad y oprobio". Proverbios 18:13


Segundo: Utiliza un lenguaje que sea agradable y amable.

Frases fuera de tono y/o respuestas sarcásticas no construyen relaciones.

La lengua afilada con sarcasmo indica que están empujando a su propia agenda, en lugar de hacia Dios. Debemos ser agradables, incluso cuando debemos ser firmes con lo que estamos diciendo, es lo que se necesita para el crecimiento. Lenguaje áspero revela la auto-justicia.

"El sabio de corazón es llamado prudente,Y la dulzura de labios aumenta el saber". Proverbios 16:21


Tercero: Cuidado con la ira.

La ira y la sabiduría no son compatibles. La ira debe ser la excepción, no la norma.

La ira no es la herramienta que construye una relación. La ira pone el énfasis en el problema que debemos abordar. El enfoque debe estar en agradar a Dios a través de nuestras palabras. El versículo 20 de Santiago 1 revela las intenciones de hay en nuestro corazón. La ira del hombre no promueve a Dios, sino en el hombre. No excusemos la ira porque creemos que los demás se lo merecen. La ira se manejar las personas cercanas a ti lejos de ti.


"Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios." Santiago 1:19-20



Escuchemos antes de hablar.

Utilicemos un lenguaje que es agradable y amable.

Cuidémonos de actuar con la ira.


Estos tres principios nos ayudarán a desarrollar relaciones que va a ser una bendición para todos aquellos que nos escuchan.

sábado, 6 de junio de 2015

La murmuración un virus mortal


Definición de la palabra murmuración:
1.En el Diccionario RAE: 1. Hacer un ruido sordo y prolongado; 2. Quejarse entre dientes y en voz baja; 3. Criticar o censurar; murmuración: conversación en perjuicio de un ausente. Sinónimos: gruñir, refunfuñar, rezongar, protestar.
2. En la Biblia: gongýzó o diagongýzó: “estar insatisfecho,” “gruñir a causa de esperanzas frustradas.”


"María y Aarón hablaron contra Moisés a causa de la mujer cusita que había tomado; porque él había tomado mujer cusita. Y dijeron: ¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová? ¿No ha hablado también por nosotros? Y lo oyó Jehová". Números 12:1-2


Pienso que uno de los pecados de los cuales a Dios le ha tocado lidiar con la humanidad ha sido "la murmuración". Cuando Adán pecó en el Huerto del Edén se quejó abiertamente con Dios diciendo "La mujer que tú me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí" (Génesis 3:12). Cuando libró al pueblo de Israel de la esclavitud, constantemente escuchó las murmuraciones y quejas del pueblo Israelita en el desierto.


Dios había usado a tres grandes hermanos para guiar al pueblo de Israel hacia la Tierra Prometida, todos habían servido de diferente manera. Moisés guiando al pueblo a través de lo que Dios le indicaba, Aarón por medio del sacerdocio y María por medio de la alabanza. Pero dos de ellos, Aarón y María, se sintieron superiores que Moisés y comenzaron a burlarse de él por su esposa (Etíope). ¿Qué estarían pensando? Qué Dios no los escucharía, la respuesta de Dios no se hizo esperar.


"... ¿Por qué, pues, no tuvisteis temor de hablar contra mi siervo Moisés? Entonces la ira de Jehová se encendió contra ellos; y se fue. Y la nube se apartó del tabernáculo, y he aquí que María estaba leprosa como la nieve; y miró Aarón a María, y he aquí que estaba leprosa". Números 12:8-10

Tener una actitud crítica o de murmuración, va en contra de la naturaleza de Dios y por consiguiente le ofende. Aarón y María criticaron la esposa que había tomado Moisés, minimizaron su liderazgo y lo menospreciaron en su corazón. ¿Cuántas veces hemos caído en el pecado de murmuración? Si se nos pudiera notar, en nuestro cuerpo no habría un tan solo lugar donde no tuviéramos lepra, y aunque no se nos notara, nuestro cuerpo estaría consumido por la misma.


La murmuración puede ser sobre un hecho falso, entonces recibe el nombre de calumnia. Pero también, puede ser sobre un hecho verdadero, entonces se le llama chisme. Y es que la murmuración y el chisme causan muchos estragos, por ello, el Apóstol Pablo, nos anima a:


"Haced todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones". Filipenses 2:14 (BLDA)


Cuando sirvas al Señor ya sea en la Iglesia, en tu trabajo, en el hogar o donde sea, no compares tu esfuerzo ni la forma como Él te usa con los demás; su trasfondo no es mostrar que tus habilidades son mejores, sino que deja entrever la envidia y los celos que hay en tu corazón por la forma como Dios usa a otros.


Antes de murmurar en contra de alguien recuerda:

1. Dios ya te escuchó.
2. La murmuración es pecado.
3. Los creyentes maduros no murmuran.
4. La murmuración causa división, contamina, destruye y aniquila.
5. De todo lo que hablamos daremos cuenta.


Ten siempre presente:

Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez. Santiago 4:11

Dios no nos ha llamados a ser jueces, su deseo es que edifiquemos mutuamente el cuerpo de Cristo.


¿Qué hacer si murmuran a tus espaldas?


"Teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean avergonzados los que calumnian vuestra buena conducta en Cristo. Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal". 1 Pedro 3:16-17

Las murmuraciones aún dentro de la Iglesia son inevitables, pero ante todo, tu testimonio es el que debe contar para que estas personas sean avergonzadas por su mal proceder. No reclames, guarda silencio y deja que Dios actué. Aunque sea difícil hazles un bien y como dice el Señor "ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza".

martes, 2 de junio de 2015

El chisme una arma silenciosa pero letal



"No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová". Levítico 19:16


La palabra hebrea traducida como “chismoso” en el Antiguo Testamento es definida como alguien que revela secretos que suceden a su alrededor como un chismoso o es traficante de chismes. Este es alguien que le saca secretos a la gente, acerca de ellos mismos y de sus familias, y luego va repitiéndolos de casa en casa, ocasionando gran perjuicio para aquellos cuyos secretos le fueron confiados, así como para aquellos a quienes se los cuenta, y también para sí mismo. 

Dios no ve el chisme como algo a la ligera, lo ve como lo es, un atentado en contra la vida del prójimo, porque el chisme no busca edificar sino destruir a la persona de quien se habla. No pensemos en el chisme como algo que está fuera de la Iglesia y se practica sólo en el mundo secular, el chisme está dentro de nuestras iglesias envenenando poco a poco la vida de los creyentes y apartándolos del camino.

 Timoteo previene a las viudas (pienso, que esto también aplica a las madres solteras o a las que somos amas de casa) en contra del entretenido hábito del chisme y de estar ociosas. “incurriendo así en condenación, por haber quebrantado su primera fe. Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran.” (1 Timoteo 5:12-13). 

Las mujeres tienden a pasar mucho tiempo en las casas unas de otras, o trabajando muy estrechamente con otras mujeres, involucrándose en las vidas de mucha gente, ellas escuchan y observan una variedad de conversaciones o situaciones, las cuales tienen el potencial de llegar a distorsionarse, si lo que ellas ven no es mantenido en privado. Timoteo dice que las viudas caen en el hábito de andar de casa en casa, buscando algo para ocupar su ociosidad. Las manos ociosas son el taller del diablo, y Dios advierte contra permitir que ese pecado entre a nuestras vidas. “El que anda en chismes descubre el secreto. No te entremetas, pues, con el suelto de lengua.” (Proverbios 20:19).

Dios desea que seamos maestras del bien, que enseñemos a las más jóvenes a cuidar del esposo, los hijos, nuestra vida y el hogar. A la mujer chismosa no le interesa edificar su hogar, le gusta destruir los hogares ajenos entrometiéndose en todo y olvidándose del llamado que Dios le ha hecho. Lo mejor que puedes hacer por ella es no escucharla y amonestarla con amor para que cambie de parecer.

La Biblia nos dice que “El hombre perverso levanta contienda, y el chismoso aparta a los mejores amigos.” (Proverbios 16:28). Muchas amistades han sido arruinadas por un malentendido que comenzó con un chisme. Aquellos que se involucran en este comportamiento no hacen sino provocar dificultades y causar ira y amargura, sin mencionar las heridas entre amigas. Tristemente, algunas personas se benefician con esto y buscan oportunidades para destruir a otros. Y cuando tales personas son confrontadas, niegan las acusaciones y responden con excusas y racionalismos. En vez de admitir su error, culpan a alguien o a algo más, o intentan hacerlo sonar como si el pecado que cometieron no fuera tan malo. “La boca del necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma. Las palabras del chismoso son como bocados suaves, y penetran hasta las entrañas.” (Proverbios 18:7-8).

El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.” (Proverbios 21:23) Así que debemos guardar nuestras lenguas y refrenarnos del acto pecaminoso del chisme. Si rendimos nuestros deseos naturales al Señor, Él nos ayudará a mantenernos rectas. Dios recompensa al justo y al recto, así que todas debemos luchar para permanecer como tales.