Ayer visitaba a una amiga, cuando de inicio la conversación se dio con la sorpresa de que las clases del sistema educativo tanto privado como público en nuestro país, quedaban suspendidas por los próximos catorce días como medida de seguridad ante la amenaza y propagación del Coronavirus. Ella no había ido a trabajar, pues su jefa le había dicho que no abrirían la tienda donde trabaja por la poca afluencia de clientes y por prevención. Me decía un tanto preocupada, "Bessy, ¿Qué voy a hacer sin trabajar? Ella trabaja por hora, los días que no trabaja, no se los pagan.
Indudablemente, el Coronavirus ha afectado no sólo la economía mundial, sino los hogares de miles de personas. Mi pequeño negocio de repostería, también, se ha visto afectado este mes sin ventas y no deja de preocuparme. Los supermercados comienzan a desabastecerse ante la histeria colectiva y yo con poco dinero sin poder compra una pequeña provisión de lo que dicen que debemos mantener en nuestro hogar, pero ¿dónde se centra mi confianza?
Cualquier red social que abras, está plagada de información y desinformación sobre el Coronavirus, existe pánico mundial sobre está pandemia y no está demás seguir las recomendaciones que se nos brindan sobre medidas de higiene y seguridad al respecto. Más que preocuparme por mi salud, me preocupa la salud de mis padres. Mi papá con Demencia Senil, Diabetes e hipertenso; mi madre hipertensa, con Fibromialgía, con un cuadro débil de defensas le ha dado Dengue, Sica y Chicunguya, pero ¿dónde está mi confianza?
También en las redes sociales he visto como las personas, toman versículos de la Biblia fuera de contexto para "declarar protección divina" que mantenga fuera de sus hogares este virus o dicen que la "sangre de Cristo nos cubre de cualquier mal", como está imagen...
... pero, ¿Dónde está nuestra confianza? Jesús dijo:
"No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Más bien, teman a aquel que puede destruir alma y cuerpo en el infierno. ¿Acaso no se venden dos pajarillos por unas cuantas monedas? Aun así, ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita". Mateo 10:28-29
Jesús nos dice en este pasaje muchas verdades a considerar:
- "No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma..." Vivimos con un temor latente a la inseguridad, a las enfermedades, a las guerras, a la escasez de alimentos, a los convulsiones político-sociales, etc. Se nos ha olvidado que no somos de este mundo, pero vivimos preocupados por lo que en él acontece, en lugar de esperar ansiosos la venida del Señor.
- "Más bien, teman a aquel que puede destruir alma y cuerpo en el infierno..." Atesoramos demasiado nuestra vida, nos hemos vuelto egoístas y hemos olvidado nuestra principal misión sobre la Tierra que es Mateo 28:19-20. La amenaza más grande de la que las personas deben cuidarse, no es del Coronavirus ni ningún otro virus, si no de no aceptar a Jesucristo como su Salvador, solo Él nos libra de la muerte eterna.
- "¿Acaso no se venden dos pajarillos por unas cuantas monedas?"... Dios se da cuenta de todo lo que sucede, Dios está al control incluso de lo que sucede a dos pajarillos que podríamos considerar insignificantes, pero para Él somos tan valiosos que envío a su Hijo Unigénito para darnos salvación y vida eterna. Por lo tanto, debido a que somos tan valiosos para Dios, no debemos tener temor de las amenazas y pruebas que nos acechan.
- "Ni uno de ellos cae a tierra sin que el Padre de ustedes lo permita"... Dios es Soberano. Muchas veces he cuestionado a Dios (como si tuviera potestad, que ridícula) por lo que permite que me suceda, pero Dios es Soberano, y debemos aprender a ver con ojos espirituales, qué es lo que desea enseñarnos a través de esa situación que estamos atravesando o lo que está pasando a nivel mundial y aceptar su voluntad.
Una de las personas que más sufrió a consecuencia del Evangelio, fue el apóstol Pablo en una de sus cartas, escribió:
"Qué podrá separarnos del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro, espada? Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los principados, ni las potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna cosa creada nos podrá separar del amor que Dios nos ha mostrado en Cristo Jesús nuestro Señor". Romanos 8:35, 37-38
El pecado está matando y de muerte eterna a millones de personas que necesitan saber que JESUCRISTO SALVA. Comparte el Evangelio, dale esperanza a las personas a través de un mensaje, ya sea en cualquier red social si no puedes hacerlo en persona. Ora porque las personas se acerquen a Cristo. Mantente ferviente en la Palabra, no permitas que tú corazón se enfríe. ¡Dios te bendiga y te guarde!
No hay comentarios:
Publicar un comentario