jueves, 20 de julio de 2017

Tres verdades bíblicas sobre la Disciplina



Hay tres consideraciones importantes en lo que respecta a la disciplina bíblica.


En primer lugar
La disciplina está destinada a resaltar lo desagradable del pecado. La disciplina, no debe confundirse con el castigo. Un niño debería estar motivado a evitar la disciplina. Es importante que los padres respondan agradables, incluso con palabras de ánimo mientras se aplica la disciplina. Esto se debe a que la disciplina muestra amor y no ira.

"Al de corazón sabio se le llama prudente; los labios amables aumentan el saber. El sabio de corazón habla con prudencia, y a sus labios añade sabiduría". Proverbios 16:21,23


En segundo lugar
El fruto de la disciplina no siempre se ve de forma inmediata. Aquí es donde la fe entra en juego. La garantía proviene de cosas que no se ven (Hebreos 11:1). Por lo tanto, puede que no haya confirmación inmediata de que la disciplina "funcionó". Los padres no deberían aplicar disciplina simplemente para manipular a los niños a un mejor comportamiento. Los padres cristianos tienen que disciplinar en la fe, por amor a DIOS, para que Él sea honrado.

"Claro que ninguna disciplina nos pone alegres al momento de recibirla, sino más bien tristes; pero después de ser ejercitados en ella, nos produce un fruto apacible de justicia". Hebreos 12:11


En tercer lugar
El fruto pacífico de la justicia llega a aquellos que han sido entrenados por ella. La Palabra para entrenar aquí, es la palabra usada para la formación de gimnasia. Por lo tanto, la formación es detallada y continua. Este concepto elimina el elemento de la retribución de la disciplina. La disciplina bíblica no está dirigida a, sino a apuntar a los niños a Cristo y su necesidad de él. Esta triple comprensión de la disciplina se esboza en hebreos 12:11.

Dios está al control, no el niño y ni el padre. El componente clave en este escenario es la fe. Mamá disciplina porque su confianza reside en cosas que no se ven. Ella sabe que sólo la gracia de Dios puede traer los cambios necesarios en sus hijos. Ella está contenta de confiar en Dios que su fe en su tiempo y busque el fruto pacífico de la justicia en la vida de su hijo.


"Disciplina a tu hijo porque él no podrá evitar la disciplina de la vida. Esta siempre saldrá victoriosa en forma de cárcel o divorcio".- Pastor Sergio Handal, Pastor GCLA

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