miércoles, 18 de junio de 2014

Lo que tus Hijas deben saber de las Princesas



¿Qué niña no desea ser princesa? En algún momento de nuestra infancia, nosotras también lo deseamos. A través de los años hemos visto como las princesas han ido evolucionando en las películas de Disney, atrás han quedado las dulces, inocentes y tontolonas como Blanca Nieves, La Cenicienta, Aurora (La Bella Durmiente), La Bella y la Bestia.


Las películas casi siempre han ido dirigidas a un público específico: Las niñas, han tenido un lugar protagónico, mientras que los niños han pasado a un segundo plano. Aunque con el lema “sé lo que quieras ser princesa o pirata”, se invita a los niños a que quieran ser princesas y a las niñas para que quieran ser piratas; promoviendo con sutileza el homosexualismo.


¿Por qué las niñas? Bueno, sencillo porque algún día se convertirán en mujeres y tienen derecho a elegir desde ya lo que ellas quieran ser. De hecho en algunos países Europeos y en Estados Unidos, los niños o niñas pueden elegir el sexo de su preferencia.


Antes el sueño anhelado de las princesas era encontrar su príncipe azul, pero en las recientes películas de Disney, vemos que ya ni siquiera se necesita de un príncipe para poder realizar sus sueños, para qué si los pueden realizar por sí solas.


Brave”, protagonizado por la princesa Melida, quien se revela contra la autoridad de su madre que intenta hacerla un poco más femenina en su actuar y libera un conjuro para hacer cambiar de parecer a su madre. ¿Y qué tiene de malo que le gusten las cosas de hombres? No necesita casarse, es feliz siendo como es. Lo que llama mi atención son las palabras de Melida al final: “Nuestro destino está dentro de nosotras sólo hay que ser valiente para verlo”, dicho en una sola palabra auto-realización, lo cual deja a Dios fuera de los planes.


Frozen”, según un artículo publicado deja abierta la puerta para que se comience a tocar el tema del lesbianismo en las películas, ¿por qué no? Si ya hemos visto travestis en Shrek (el bartender) y varios personajes con personalidad homosexual como el marciano que aparece en Lilo y El Stich.

Otros promueven la maldad y el ocultismo como:


“Sofia”, ¿por qué debe una princesa ir a la escuela de hechicería, aunque sean brujas buenas las maestras? La maldad, la hechicería y los conjuros (propios del Vudú) siempre han estado presentes en las películas. Aunque siempre ha vencido el bien sobre el mal, pero ¿por qué es necesario enseñar el mal?


Maléfica”, una joven bella que ha defendido siempre a su pueblo, es traicionada y pobrecita no tiene culpa de volverse mala, si las personas la hirieron, la traicionaron hasta endurecer su corazón. No se considera ni siquiera una película apta para niños, mucho menos adultos que gocen de un sano juicio.


No podemos ser madres simplonas, dejando que nuestras hijas miren, admiren y copien conductas de personajes de fantasía de estas películas. Aprendamos a enseñarles lo que a Dios le agrada. Recuerda:


“Y al que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado”. Santiago 4:17



Debemos ser mujeres sabias, Cristianas dignas de imitar, madres que con una fe no fingida guían a sus hijos tal como lo hicieron Loida y Eunice.

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