En nuestra más profunda tristeza, somos rescatados por el gozo.
El gozo tiene que ver con la realidad de Dios en nuestras vidas.
El gozo trasciende el momento y se extiende a la eternidad.
El gozo no se desvanece, sino que perdura.
Solo el gozo tiene sentido en medio del dolor de la vida.
El gozo es el conocimiento de que lo que no se ve es más que suficiente que lo que se ve.
El gozo es el combustible de la esperanza.
El gozo significa que tus circunstancias son oportunidades para honrar a Dios.
El gozo es la evidencia de que nunca estás verdaderamente perdido.
El gozo significa que no estás limitado por un mundo maldito por el pecado.
El gozo significa que puedes amar aun cuando estás herido.
El gozo significa que puedes vivir para Dios cuando la muerte te rodea.
El gozo es saber que Dios ha numerado tus días.
¡El gozo lo hizo posible la cruz!
El gozo es creer que Dios trabajará todas las cosas para mi bien, así que nunca tengo que desesperarme. Puedo estar feliz incluso cuando estoy triste.
Gracias Jesús por traer el gozo de tú salvación a mi vida.
Por Ruth Younts
