jueves, 7 de septiembre de 2017

Amar o Ganar




Cuando tienes un argumento tienes una opción, puedes ganar o puedes amar. La palabra "amor" en esta frase parece incómoda y fuera de lugar, ¿no es así? La fraseología convencional es que puedes ganar o puedes perder. Pero como con otras cosas en la vida cristiana, los caminos de Dios son radicalmente diferentes a los nuestros.

La idea de que un argumento o una discusión se trata de ganar o perder es defectuoso en su esencia. Dios nos ha llamado para honrarlo con amor y no estar enfocado en ganar o perder argumentos. ¡Qué dilema!

En lugar de ganar argumentos, el Espíritu Santo nos llama al amor, que es ser paciente, no ser grosero o egoísta, no ser fácilmente enojado, no guardar un registro de los errores y no regocijarse cuando la otra persona tropieza o no obtener sus hechos derecho.

¡Espera!

¿Cómo vamos a ganar argumentos si no podemos usar esas tácticas? Ah, este es el punto! ¡Los argumentos ganadores no son lo que Dios ha llamado a ti ya mí a hacer! Dios nos ha llamado a amar cuando hay una discusión.

¡¿Cómo sucede eso?!
I Corintios 13: 4-7. describe en parte cómo Dios quiere que nosotras actuemos en el difícil camino que conduce a una discusión.

Sea paciente: Esto significa que usted escucha antes de hablar. Significa que no tenemos que tener la última palabra. Significa que consideramos cuidadosamente lo que estamos escuchando. Cuando hay un argumento es demasiado fácil pensar que usted sabe lo que la otra persona está pensando incluso antes de que se diga la primera palabra. La Biblia llama a esto contestar antes de escuchar. Es una cosa vergonzosa.

Sea amable: Esto significa que la salida al problema no es recordandole a la otra persona de sus debilidades, estas no son formas apropiadas de mostrar amor y honrar a Dios.

Evite la jactancia, el orgullo y la rudeza: mientras que estas tácticas pueden ayudar a "ganar" argumentos que no están honrando a Dios y son destructivas a las relaciones.

No mantenga un registro de los errores: este es enorme. Cuando los argumentos se producen recordando a su "oponente" de la frecuencia con la que se ha equivocado, es algo que se utiliza para ganar la victoria. Sin embargo, las "victorias" obtenidas de esta manera son superficiales en el mejor de los casos.

No se vuelvan fácilmente enojados: volver a enojarse fácilmente es uno de los componentes necesarios para iniciar un argumento, mantenerlo en marcha y buscar ganarlo.

El amor significa que su objetivo es: proteger, confiar, esperar y perseverar. Estas no son exactamente las herramientas que pensamos para ganar argumentos.

Sí, hay momentos en que es importante defender la verdad o corregir un error. Pero este no es el caso para la mayoría de los conflictos que usted y su familia enfrentan. Persigamos el amor y no "ganar".

Pidamos a Dios su gracia para hacer argumentos no sobre ganar y perder. Más bien, en vez de discutir, persigamos el amor con una profunda pasión para honrar a Dios y buscar el bien de la persona con la que estamos en conflicto.

El amor no es la mejor manera de "ganar" un argumento. Pero es la mejor manera de traer honor a Dios y verdaderamente cuidar a aquellos a quienes amamos.